En 2017 la producción de tractores fue de 7.037 unidades, informo el INDEC este martes. La cifra representó un aumento interanual del 31%. La mayor producción de maquinaria también favoreció a la producción de cosechadoras con 989 unidades, lo que representó un 54,4% por encima de 2016.
Para las sembradoras el año pasado la fabricación fue de 2.248 máquinas, cifra que mostró una mejora interanual del 11,3%. Otros implementos agrícolas como artefactos para acarreo y almacenaje de granos también mostraron un fuerte repunte con la fabricación de 3.353 unidades, lo que marcó un crecimiento interanual del 49,7%.
Al rubro de “Pulverizadoras autopropulsadas y de arrastre” en cambio no le fue tan bien como al resto de la fabricación de maquinaria agrícola. La producción el año pasado fue de 1.067 unidades, lo que representó una disminución del 6,6%.
Para este año y con impacto de la sequía ya declarado analistas y consultoras esperan una menor demanda de maquinaria agrícola. Si se le cree a Aacrea la baja de ingresos para el país será de 2.300 millones de dólares, si se escucha a la SRA pues serán unos 4.400 millones. Gustavo Grobocopatel, en cambio, hace su propia estimación: 5.000 millones de dólares.
Los empresarios de maquinaria agrícola, fábricas del rubro metalmecánico, están alcanzados por la definición protestona del gobierno que serían como el resto de sus colegas “unos llorones”. El lamento será más sonoro si como esperan los analistas la baja de ingresos desde el agro se produce un efecto dominó o “antiderrame” si se quiere.
Hasta 2017, a pesar de las importaciones de maquinaria, el sector logró crecer mayoritariamente con vigor. Este año la sequía se llevó no menos de 20 millones de toneladas de granos y solo trajo incertidumbre