“En casi 30 años, cambió el paradigma agropecuario en Argentina, si nos remontamos a cuando se alcanzaron las 15 millones de hectáreas dedicadas a la ganadería en la zona de la Pampa Húmeda en la zona núcleo, y vemos como después se fue corriendo hacia zonas extrapampeanas, con la soja que se llevó todo, entendemos que estamos frente a una actividad que se readaptó”, explicó Raúl Milano, director ejecutivo de Rosgan (el mercado de referencia en Argentina para la carne, de la Bolsa de Comercio de Rosario).
Además, en las últimas dos décadas, Milano señala que el consumidor comenzó a acostumbrarse «a comer hacienda de feedlot, de confinamiento, y hoy la misma representa entre el 60% y el 65% del consumo, otro indicador de que la ganadería en Argentina ha ido cambiando.
“Pensar en la misma ganadería de hace 30 años con todo lo que ocurrió en el mundo hoy resultaría absurdo, las nuevas generaciones están incorporando tecnología, y hay que prepararse para lo que viene. Es muy importante el trabajo de los agrónomos para el desarrollo de pasturas y de la parte comercial tranquera hacia adentro. La pandemia aceleró todo esto con remates por streaming”, agregó el directivo de Rosgan.
Milano se refirió a la pandemia como un “cisne negro”, algo imprevisible que llevó a provocar cambios que seguramente se quedarán. Pero destacó la posición en la que encontró al mercado Argentino de la carne, que ya se encontraba con un muy buen desarrollo en toda su cadena: “Argentina no es cualquier país del mundo, su desarrollo en razas es un orgullo”, agregó.
En materia de exportaciones, también hay logros que destacar, con una cuota Hilton que alcanza las 29.500 toneladas (cupo de exportación de carne vacuna de alta calidad y valor que la Unión Europea otorga al resto de las naciones para introducir tal clase de productos en su mercado), y una industria frigorífica de máxima calidad fiscalizada y certificada por el Senasa. “En el último tiempo pasamos de enviar 850 mil toneladas al mundo, cuando hace diez años enviábamos 180 mil toneladas”, agregó.
La baja de la década anterior se debió a decisiones gubernamentales, pero según señaló Milano, una vez que se entendió que a la “industria había que soltarla y dejarla funcionar”, el país encontró como principal demandante a China, y aunque no deja de ser una preocupación el peso de es potencia como comprador casi exclusivo, ubica a la Argentina como un país fuerte, quinto a nivel mundial en volúmenes de exportación.