Expoagro 2018 se distinguió por una nutrida participación de la ganadería, actividad que año a año va sumando espacio en la muestra. Además de subastarse más de 45 mil cabezas en forma televisada, las asociaciones de criadores organizaron charlas que apuntaron a resaltar los atributos de la genética de calidad ante un escenario local de adversidad climática, pero con mercados externos demandantes.
El lugar de las conferencias fue la carpa del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), que se vio colmada en cada una de las jornadas.
Angus, calidad certificada
“Hoy el ganadero está expectante por el crecimiento de los mercados internacionales. Por eso queremos mostrar el tipo de novillo ideal que tenemos que producir. Esto es lo que venimos haciendo desde hace años con nuestro programa de mejoramiento genético pero ahora toma más vuelo por el desarrollo exportador que está teniendo la Argentina”, dijo a Valor Carne Javier Martínez del Valle, Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Angus. Y agregó que “con 15 frigoríficos habilitados, el programa de carne certificada de la raza es una oportunidad para los productores”.
Con esa visión, Angus organizó su jornada con charlas sobre mercados internacionales y el tipo de novillo que demandan; el programa de certificación de la raza; el nuevo modelo de tipificación al que apunta la Argentina; y una demostración de ecografías de novillos.
Fernando Herrera, Director de APEA, planteó el lugar de la Argentina en el escenario mundial de la carne vacuna con una participación de solo el 3% en el comercio global y exportando el 11% de su producción.
“Lo central es el tipo de carne estamos exportando. El gran crecimiento que tuvimos el año pasado se explica básicamente por las ventas a China que es un mercado de commodities, de volumen. Si queremos aumentar la exportación de carnes de calidad, tenemos que incrementar la oferta de novillos haciendo más recrías”, explicó.
“Hoy en medio de la sequía es difícil hablar de pasto pero tenemos que hacer una recría más intensiva, que meta 30/40 kg más. Ahí tenemos un novillo de 430/440 kg, perfecto para exportar y para el mercado interno”, agregó.
En relación a Angus, el especialista enfatizó que “en determinados nichos de mercado, además de la calidad intrínseca de la carne, los consumidores piden atributos que estén probadas. Ahí, la raza Angus tiene un nombre en todo el mundo y la carne certificada cuenta con enormes posibilidades”.
A su turno, Ignacio Harris, de la Asociación, dio algunas claves para hacer un buen novillo. “El productor tiene que aprender a seleccionar, a mejorar genéticamente para producir un novillo de calidad. Y para eso, tiene que conocer cómo es un animal por dentro”, sostuvo.
Con esa premisa, avanzó sobre la comparación entre la evaluación objetiva de una media res y la apreciación visual de un animal en pie, para que el ganadero pueda determinar a campo ciertos valores de relación musculo-hueso y musculo-grasa.
Finalmente, la veterinaria Lorena Caruso realizó una toma de imágenes mediante el uso de un ecógrafo para determinar la calidad y el rendimiento de un animal. “Tomamos imágenes de área de ojo de bife, grasa dorsal, grasa de cadera y grasa intramuscular y, a partir de esas medidas, se predice el valor genético de los animales. En el caso de reproductores sirve para determinar el valor genético que heredarán a sus hijos, sean para faena o como futuros reproductores”, detalló.
“Esta tecnología mejoró los rindes carniceros en la última década. También permitió prever el valor monetario de los reproductores y sus crías, para direccionar la selección de reproductores de acuerdo a los requerimientos de los diferentes mercados internacionales”, amplió.
Ahora, Brangus!
Con su ya tradicional lema, la Asociación Argentina de Brangus, también realizó un recorrido por los mercados internacionales y las oportunidades para la carne de calidad.
Diferentes especialistas coincidieron en que la Argentina va camino a recuperar el protagonismo que supo tener en los mercados externos y destacaron virtudes de la raza Brangus para fortalecer al negocio ganadero.
El Dr. Juan Cruz Muriel, gerente técnico del Laboratorio Biogénesis Bagó, abordó temáticas de manejo y sanidad que buscan mejorar las mermas, para optimizar la producción en rodeos de cría.
A su turno, Jorge Torelli, consultor del BID y gerente general de Frigoríficos Mattievich, habló sobre qué tipo de novillo demandarán los mercados y la óptima integración de la res.
“El desafío de los productores y la industria pasa por ensamblar el consumo interno y la exportación para poder integrar una media res con alto valor que derrame beneficios sobre toda la cadena, que tiene muy buenas perspectivas. Independientemente de la coyuntura actual de sequía, donde ya se puede escuchar que los precios se han derrumbado en los remates de invernada, hay que apuntar al largo plazo”, sintetizó Torelli.
En relación al acuerdo con China para exportar carne enfriada y congelada con hueso, el especialista mencionó algunos aspectos a resolver para desarrollar ese mercado. “Hay muy pocas plantas habilitadas y estamos pidiendo que inspeccionen otras más, porque el volumen que podamos exportar está atado a ese punto. Por otro lado, hay un dificultad geográfica para vender carne enfriada, que tiene un vencimiento de 120 días. Se necesitan al menos entre 45 y 50 días de viaje para llegar con la mercadería, por lo que no colmamos las expectativas de muchos importadores. De hecho, la única forma de entrar con carne enfriada a Shanghái o Beijing es a través de vuelos aéreos con una escala en Dubái o el norte de Europa. Por eso va a costar mucho esfuerzo desarrollar la logística para el enfriado“, aseveró.
En tanto, el analista Víctor Tonelli, disertó sobre la situación y perspectivas en el nuevo escenario de apertura comercial y destacó el aporte del Brangus para lograr novillos de calidad en el Norte del país y satisfacer el consumo interno y la creciente exportación de carnes.
Finalmente, el directivo de la Asociación Argentina de Brangus, Martín Goldstein, destacó que 2017 fue bueno en ventas de reproductores a pesar de las inundaciones que en su momento afectaron al agro. “En los remates se alcanzaron valores con un aumento interanual del 27 o 28%, mientras que la inflación anual se estima que fue del 24%. Este año también esperamos un crecimiento, pero somos prudentes, porque sabemos que la sequía va a impactar”, concluyó Goldstein.
Sumale Hereford
Por su parte, la Asociación Argentina Criadores de Hereford comenzó su actividad con una mesa redonda de veterinarios, moderada por el director ejecutivo de asociación, Agustín Arroyo. Las disertaciones estuvieron a cargo de Alberto Aldabe, Coordinador de la Fundación Lucha Anti-Aftosa de Chascomús, Carlos Acuña, del estudio Acuña-Rojas Panelo de Azul, y Juan Cruz Muriel, gerente de Servicio Técnico de Biogénesis Bagó.
La situación actual de los mercados, fue abordada por el Director de Valor Carne, Miguel Gorelik, quien a través de datos históricos, analizó el negocio ganadero con una perspectiva de largo plazo.
Posteriormente, Marina Born de Engels, directora de la Asociación, presentó el Plan de Acciones que se llevará a cabo este año. En la pista de demostraciones, el inspector de Puro Registrado de Hereford, Hernando Grandolini, describió con dos toros y dos vaquillonas de Caldenes los atributos más destacados de la raza.
“Es muy importante que la organización de Expoagro se haya interesado por el crecimiento del sector. Basta salir a recorrerla para ver el adelanto tecnológico en maquinarias para agricultura. La ganadería todavía no tiene esa precisión, pero a medida que sea un negocio rentable seguirá avanzando en ese sentido”, dijo Arroyo.
“En lo que a Hereford respecta, el año pasado fue bueno asociado a la evolución del sector en general, que venía de 12 años muy complicados. Aunque queda mucho por corregir, las nuevas reglas de juego están permitiendo un despegue”, concluyó.
