Por la baja de área ocupada por otros cultivos extensivos como trigo, cebada, girasol y maíz, habrá una mayor oferta de lotes para la siembra de soja.
«La recuperación de precios permite una mejora en la relación insumo-producto en gran parte de la región agrícola, favoreciendo no solo el cultivo de soja de primera, sino también las siembras de segunda sobre rastrojos de trigo y cebada«, destaca la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en el informe de pre campaña de soja.
Sin embargo, se prevé registrar limitaciones ambientales durante la ventana óptima de siembra, explicado en gran medida por la reciente confirmación a nivel global de estar transitando condiciones de La Niña y la elevada probabilidad de que esta condición continúe hasta el comienzo de nuestro verano.
«Este escenario se ve reflejado en los pronósticos de lluvias para los próximos meses, con acumulados previstos por debajo a los promedios históricos en regiones de importancia por su aporte al área agrícola nacional», señala el relevamiento de la Bolsa de Cereales.
Dentro de este contexto, la soja registraría una expansión interanual de 100.000 hectáreas, elevando su superficie sembrada a 17.200.000 hectáreas y reflejando un incremento interanual de tan solo 0,6 %: «Teniendo en cuenta las perspectivas climáticas para los próximos meses, la proyección de producción para el próximo ciclo de soja ascendería a 46.500.000 toneladas, registrando una caída interanual de – 5,1 %, equivalente a 2,5 millones de toneladas«.
Cabe señalar que el área total destinada a la siembra de los seis cultivos extensivos más importantes (trigo, cebada, soja, maíz, girasol y sorgo granifero) registraría una retracción interanual del 1,6 %, en gran medida explicada por limitaciones ambientales y leves expansiones de superficie ocupada por cultivos regionales.
Escenario económico
La campaña 2020/21 se encuentra atravesada por un escenario económico y comercial que presenta factores de incertidumbre muy importantes, que le imprimen una importante variabilidad a los precios internacionales y domésticos.
Los precios de Chicago regresaron a los niveles de mayo de 2018, previos a la Guerra Comercial: «Detrás de esta suba, se encuentran factores fundamentales -una creciente demanda de China y una menor producción en Estados Unidos y factores financieros vinculados a la debilidad del dólar producto de la política monetaria expansiva estadounidense».
En el mercado doméstico, el precio a cosecha futuro mayo 2021 en el MATba – Rofex, siguió una dinámica similar. De marzo a junio los precios se ubicaban por debajo de los mínimos de las últimas cinco campañas.
«Una vez que entramos en el periodo de precampaña, comprendido entre julio y septiembre, los precios registraron un sostenido crecimiento», destaca la entidad porteña. No obstante, en el promedio del periodo de precampaña, las cotizaciones aún se encuentran un 2% por debajo de los registrados en la campaña previa y un 9% por debajo del promedio de las últimas cinco campañas.
Con respecto a los precios de los principales insumos, se observa una baja para la campaña 2020/21. En el siguiente gráfico se presenta un conjunto de insumos utilizados en los planteos de soja. Los precios están normalizados con base igual a uno en el promedio del período, por lo que si los valores son menores a la unidad esto significa que se encuentran por debajo de la media histórica.
Entre los herbicidas, el 2-4 D registra una baja de 3,9%, en tanto que el glifosato concentrado se mantuvo estable. También se registran reducciones en fertilizantes, PDA cayó 12%, aunque el SPS se mantuvo estable. En el mismo sentido, los precios de fungicidas se mantuvieron estables.
Utilizando el promedio de precios precampaña y los rindes estimados para el nuevo ciclo, la campaña 2020/21 registraría márgenes brutos más ajustados tanto para soja de primera como para el doble cultivo trigo – soja de segunda.
La contracción de los márgenes se ve explicada por dos factores:
- En primer lugar, una baja sensible de los rendimientos promedio esperados: -6,3% en el caso de soja de primera y de -9,3% en el caso de trigo – soja de segunda
- En segundo lugar, un menor precio FAS en un contexto de mayores alícuotas de derechos de exportación: las alícuotas promedios pasaron de 25,1% en septiembre de 2019 a 33% en septiembre del corriente año.
A continuación, se presenta una tabla con la evolución de los márgenes brutos para soja de primera y maíz temprano para el promedio nacional y la región núcleo sur. El promedio surge de ponderar los márgenes de cada región por su superficie sembrada correspondiente.
Como se observa, la caída del valor de la producción por lo menores precios y menores rindes supera la baja de los costos descripta anteriormente. No obstante, la baja de los márgenes de soja es inferior a la observada en otros cultivos, como es el caso del maíz temprano: mientras que los márgenes brutos de soja caen 16% y 2% para el total país y la región núcleo, la variación registrada en los márgenes de maíz es de -18,5% y -10,3% respectivamente.
En ese sentido, la soja muestra una mejor performance relativa (ver gráfico de variación de márgenes).
En términos absolutos, el maíz se muestra como la opción más competitiva en el centro del país, mientras la soja gana competitividad en las regiones más alejadas de los puertos y ambientes más restrictivos.
Debe notarse, que para llegar al margen neto recibido por el productor, deben además descontarse gastos de estructura y alquiler de la tierra, además del pago de impuestos.
Variación por zonas
El relevamiento de pre-campaña da cuenta de los movimientos de área que se registrarían en cada una de las regiones productivas.
Hacia el norte del área agrícola nacional, la soja de primera ocuparía espacios liberados por trigo, cebada y girasol, compitiendo en menor medida contra la expansión de cultivos regionales como poroto, caña de azúcar y algodón.
En el centro de la región agrícola, se prevén expansiones de superficie en las regiones Núcleo Norte y Sur, mientras que en su periferia se afianza la incorporación de una mayor superficie de maíz tardío como estrategia para diversificar riesgos.
En cambio, hacia el sur de la región agrícola la expansión del área de trigo, una mayor intención de siembra de girasol y una intensión de siembra estable en maíz, provocarían una leve reducción del área de soja de primera.
En cuanto a la siembra de soja de segunda, presenta un mayor potencial de expansión sobre el sur de la región agrícola, en sectores que este año lograron expandir el área ocupada con cereales de invierno.
Mientras que hacia el centro y norte de la región agrícola, la retracción del área implantada con trigo y cebada se vería reflejada en una reducción del área de soja de segunda.
Por otra parte, las limitaciones climáticas previstas para los próximos meses podrían incluso acentuar la caída interanual del área de soja de segunda, dada las mayores necesidades de recargar los perfiles en un acotado periodo de tiempo que presentan estos lotes, con lluvias previstas por debajo a los promedios históricos.
Aporte de la campaña
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires concluye que la campaña 2020/2021 estará signada por la evolución de las lluvias: «Las decisiones de siembra se regirán en mayor medida por cuestiones climáticas que económicas, teniendo en cuenta que las segundas serán las determinantes a la hora de concretar los rindes y márgenes efectivamente observados».
En cuanto a la contribución a la economía, y de confirmarse el pronóstico climático y las estimaciones de producción, la cadena sojera aportaría en su conjunto 13.716 millones de dólares al PBI argentino en 2021. Con respecto a la campaña previa, esto representa un retroceso del 1%. «Este retroceso no es superior producto del aumento de los precios de los subproductos de soja».
El mismo panorama se registraría para todas las cadenas agroindustriales, que en conjunto aportarían a la economía 31.173 millones de dólares al PBI, un -0,2% respecto a la campaña 2019/20.