En la semana, se formalizó la Asociación Regional Económica Integral (RCEP por sus siglas en inglés; la traducción va por cuenta nuestra) conformada por China, Japón, Australia, Corea del Sur, Nueva Zelandia y los diez países que componen la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
El acuerdo, que abarca el 30% de la población y del PBI mundiales, habría sido más extenso aún si la India no se hubiera retirado de las negociaciones hace un año, para seguir protegiendo a sus agricultores.
En forma práctica, básicamente lo que hace el RCEP es articular los acuerdos de ASEAN con los otros cinco países en un solo tratado.
A pesar de esta falta de ambición, su firma no deja de tener importantes mensajes hacia el resto del mundo.b
En primer lugar, se trata de un éxito diplomático chino, que le permite seguir mostrándose como un líder del libre comercio y del multilateralismo, en momentos en que EE.UU. abandonó ese rol durante los cuatro años del gobierno de Trump y Europa, aunque sin abandonar el mismo discurso, está muy atareada con el Brexit y con las consecuencias económicas de la pandemia.
También, es un fuerte mensaje chino a los países de Asia acerca de encontrar reparo tras el abandono de EE.UU. de las negociaciones y posterior acuerdo del TPP, que fue una de las primeras medidas que tomó Trump.
El nuevo entendimiento será muy útil para la articulación de cadenas de valor en Asia, con eje en China.
La presencia de países como Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelandia, que en materia militar (y tecnológica) están alineados con EE.UU. en su enfrentamiento con China, también constituye un fuerte mensaje a la nueva administración que se hará cargo en Washington. Ésta no tendrá opciones muy fáciles para revertir su distanciamiento reciente de todos esos mercados.
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Desde un punto de vista más local, el acuerdo no hace sino resaltar el atraso que sigue teniendo el Mercosur en su relacionamiento con el resto del mundo, lo que sigue siendo una deuda creciente. Los cambios políticos observados en todos sus miembros en los últimos años han modificado muy poco este notable retraso.
Ojalá que este tipo de logros que se repiten en el exterior, aunque no se pueda negar un enlentecimiento en estos años de retroceso multilateral, sirvan como una esperada inspiración para esta parte del mundo.
Por Miguel Gorelik, Director de Valor Carne