Se trata de China, como no podía ser de otra manera, que lidera las importaciones mundiales de carne vacuna desde 2018.
Ya venía con una curva de crecimiento muy marcada. Hasta 2012 era un importador muy marginal, pero en estos últimos dos años explotó a causa de los problemas sanitarios con su rodeo de cerdos que se sumó a la tendencia de largo plazo de aumentos en el consumo.
En 2019 comenzó importando a razón de unas 100 mil t peso embarque por mes. Luego fue creciendo gradualmente y terminó en un nivel cercano al doble, justo antes de su crisis comercial, a lo que se sumó la del coronavirus, como se puede apreciar en el gráfico de abajo..
A pesar de la pandemia, cada mes de 2020 resultó con mayores compras que su equivalente del año anterior hasta que en noviembre, último dato disponible, no se repitió.
En estos once meses importó 29% más que en el mismo período de 2019. Ya acumula compras por 2,8 millones de tec y apunta a 3,1 millones en este año.
Contrastando con los volúmenes, los precios siguieron un camino diverso.
Tomamos como referencia la cotización de la carne congelada sin hueso, principal rubro de sus compras.
Mientras que en 2019 comenzó pagando USD4.800 la tonelada y, tras aumentos graduales, terminó en mil dólares más en diciembre, en este 2020 recorrió el camino contrario.
Comenzó en el primer bimestre (no hay cifras discriminadas entre enero y febrero) con USD6 mil por tonelada y fue bajando sucesivamente. En mayo empató el precio de 12 meses atrás y la pendiente negativa continuó hasta los menos de USD4.500 de octubre, para luego dar un breve aumento de 100 dólares en noviembre.
En junio marcó una caída interanual de 2%, que luego fue avanzando a 5 y a 11 para terminar en el 18-19% del trimestre septiembre-noviembre.
Sin dudas, se trata de una caída muy fuerte que está vinculada con la alta oferta de Brasil y de la Argentina; maniobras del gobierno chino para no tener problemas con precios de los alimentos; el rápido repoblamiento de cerdos; y dificultades logísticas por análisis medio estrambóticos de la carne ingresada.
En el siguiente gráfico se ve la evolución mensual de volúmenes y precios en China en estos años.
Brasil y la Argentina tomaron la delantera
El año pasado comenzó con el liderazgo de Australia y de Uruguay, que gradualmente fueron perdiendo.
En el caso de Uruguay, fue como resultado de una hacienda considerablemente más cara que la de sus competidores directos. Del lado de Australia, en los últimos meses fue por la misma razón que sus pares uruguayos, pero además por decisiones chinas sobre deslistamiento de plantas que parecen originarse en problemas políticos, y por la suspensión de las ventajas arancelarias en China desde julio.
También influyó el mayor número de plantas habilitadas en Brasil y la Argentina, proceso iniciado a fines de 2018, que permitieron potenciar la capacidad exportadora de ambos.
Así que, desde hace muchos meses, ambos quedaron liderando el mercado, en ese orden.
Brasil aporta un 40% de las compras chinas y la Argentina un 25%.
Desde el punto de vista de los exportadores, China impacta en la mitad de las ventas de Brasil mientras que para la Argentina su participación suele estar alrededor del 75-80%.
Por Miguel Gorelik, Director de Valor Carne