Una serie de publicaciones de redes viralizaron fotos de la carne que se vende bajo el acuerdo entre el Gobierno y frigoríficos exportadores, con rebajas de hasta el 30%.
Bajo este marco, Daniel Urcia, presidente de Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), respondió en diálogo con Clarín: «La regla no es la foto que circula por redes. Esa es la excepción porque no todo lo que se produce es uniforme».
El titular de la Federación que forma parte del acuerdo, añadió: «Seguramente una de las fotos haya sido una de las puntas del asado, que al operario que armó la bandeja en el supermercado, se le pasó, como suele suceder. No hay que estigmatizar al tipo que lo puso en la góndola y llevarlo al extremo». Al mismo tiempo, remarcó: «La mayoría de los cortes son de calidad y en condiciones, y de última, al estar exhibidos, está siempre la posibilidad de que el consumidor no los compre».
«Es un programa especial y también juega la política. Nosotros estamos metidos en el medio. Pero el esfuerzo que hace el sector frigorífico y el comercial es muy grande y es una lástima que quedemos envueltos en una discusión que no hace al fondo de la cuestión», dijo Urcia a Esteban Fuentes
El acuerdo contempla ocho cortes y un total 6.000 toneladas ofrecidas por mes, 3.000 provienen de los frigoríficos y 3.000 de los supermercadistas, que representan un 3% del consumo de carne.
Desde el viernes estos cortes estarán disponibles todos los días en el Mercado Central. En los supermercados estarán los primeros tres miércoles y los fines de semana de cada mes, en Carrefour, Jumbo, Disco, Vea, Coto, Walmart, La Anónima, Día, Libertad, y en carnicerías Friar.
En el marco del acuerdo, Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra), opinó que «en los precios de carnicerías no tendrá ninguna incidencia» porque «los argentinos consumimos 189.000 toneladas de carne mensual y el importante aporte que están haciendo los frigoríficos representa sólo un 3%» y remarcó que «este tipo de acuerdos no termina de llegar a la gente pobre, es campaña publicitaria».