La sequía también está impactando negativamente en la ganadería de carne y leche. Esa es la conclusión a la que arriba un relevamiento realizado por el movimiento Crea. Los resultados del Tablero Forrajero, la herramienta que utiliza la entidad para estimar producción en base a imágenes satelitales, muestra que la condición de los recursos forrajeros y su tasa de crecimiento está disminuida en los últimos meses. A modo de ejemplo, el Tablero forrajero muestra tasas de crecimiento de pasturas y pastizales equivalentes al 10 por ciento de los peores años en Entre Ríos y al 20 por ciento en el Sudoeste.
Como consecuencia, hay productores ganaderos que están adelantando los destetes y, eventualmente, adelantando las ventas de la zafra.
Lechería
En la producción de leche, 52 por ciento de las regiones Crea muestran niveles de producción de silo regular (además de la caída en producción de pasturas). En ambos casos se está registrando una necesidad de aumento inmediato de alimentación suplementaria.
La falta de humedad compromete la siembra de los verdeos de inverno y pasturas otoñales, lo que condiciona la cadena forrajera.
A diferencia de la agricultura, en la ganadería de carne y leche los efectos de los cambios en precios y tipo de cambio son negativos. dado que la sequía aumenta la necesidad de suplementación con grano y la misma tiene un costo de 9 a 13 por ciento mayor.
Según el estudio del movimiento Crea, los establecimientos ganaderos de carne y de leche, si bien ya están condicionando sus decisiones por la seca, probablemente sufran los mayores impactos en el mediano plazo. Los efectos productivos de la sequía además de generar complicaciones económicas, financieras y anímicas a los productores, afectarán directa o indirectamente las economías locales.