Senasa intimó al mercado a tomar medidas para garantizar el bienestar animal. Los consignatarios redujeron la cobertura sólo al período en que la hacienda está siendo subastada. Desde el transporte dicen que, por causas que los exceden, hay grandes demoras en la descarga que impacta en la hacienda.
Un apercibimiento del Senasa a los consignatarios del Mercado de Liniers por la elevada cantidad de animales caídos, muertos o con signos de maltrato animal generó un efecto cascada que plantea un escenario confuso para los transportistas de hacienda, en tanto intermediarios que podrían tener que afrontar el costo de las malas decisiones en otras instancias de la cadena.
La advertencia del Inspector Veterinario de Senasa, Dr. Fernando Martínez, al Centro de Consignatarios de Productos del País derivó en la decisión de los administradores del mercado de reducir la cobertura del seguro por la muerte de animales sólo a los casos «en que el animal muriera dentro del recinto de Mercado de Liniers S.A. en el horario de las ventas». Por lo tanto, advierten a los socios que queda «sin efecto la cobertura de animales muertos sobre camión, los animales que mueren dentro de las dos primeras horas de haber desembarcado y todos aquellos que son decomisados por su estado por el personal de SENASA».
Martínez había alertado, mediante una nota, por la «creciente cantidad de animales caídos y muertos, y de decomisos realizados por bienestar animal día a día». Y por ello solicitó a los administradores del mercado que «tomen medidas paliativas y preventivas con sus clientes a fin de mitigar esta situación».
El funcionario también mencionó que el organismo está accionando sobre productores, incluso en forma retroactiva, ante el incumplimiento de la resolución 1697/19 del organismo sobre bienestar animal, al «detectar establecimientos que envían animales en malas condiciones y que no pueden afrontar un viaje desde su origen hasta el mercado» . Ante esto, la reducción de la cobertura de seguros por parte de los consignatarios permite inferir que hubo quien cargó con destino al mercado hacienda en mal estado con el propósito de cobrar el seguro.
Finalmente, el inspector remarca que el mercado debe atender también las medidas de bienestar animal «respetando la carga animal en corrales, agua de bebida, y el menor tiempo de espera posible».
Desde el sector logístico, el empresario del transporte de hacienda Manolo Lamas sostuvo: «es verdad que muchos productores sabían que el seguro los cubría y empezaron a enviar igual». Sin embargo criticó al Senasa por mencionar «al pasar» las demoras en la descarga y opinó que el organismo debiera establecer un protocolo para el procedimiento, a fin de deslindar responsabilidades. También alertó que, tanto en el mercado como en plantas frigoríficas, se producen con frecuencia demoras excesivas (de 6 o7 horas) por motivos ajenos al transporte, como conflictos gremiales o congestionamientos por aperturas insuficientes de atracaderos. De igual modo que muchas veces esa demora que luego impacta en el estado de los animales las causan los mismo productores, por ejemplo porque aún no tienen el DTE cuando suben la hacienda al camión y luego tardan horas en conseguirlo. Y se preguntó quién se haría cargo de los animales muertos o caídos a raíz de esas largas esperas.
Lamas reiteró las críticas que hizo en otras oportunidades al Mercado de Liniers, al que acusó de no ampliar la capacidad de recibo (habilitación de más atracaderos) cuando arriban cantidades de hacienda superiores a las normales. Incluso afirmó que en tales ocasiones crece exponencialmente la proporción de caídos o muertos. Aseguró que cuando entran 12.000/14.000 cabezas «el índice va a ser entre 400 y 600% superior; y ahí cabalmente es por las demoras extraordinarias, porque se dispara el porcentaje».
Por lo tanto, ahora en Liniers ante las demoras que suelen darse se preguntó «¿esa hacienda muerta quien la va a pagar?». Para evitar conflictos con los clientes anticipó: «vamos a tener que filmar la hacienda y mostrar que llegamos con todos los animales en pie y de ahí en adelante será responsabilidad de la consignataria o del mercado».
Por eso sugirió públicamente al Senasa: «hay que armar un protocolo de descarga en el mercado». Porque, según su opinión, «se prioriza el conflicto gremial o la economía (resistencia a contratar más cuadrillas para abrir más atracaderos) por sobre el bienestar animal; en definitiva, cuando entra mucha hacienda las demoras persisten y ahí el Senasa mira al costado y se hace el distraído». Esta situación, agregó, la viene denunciando desde hace tiempo. «Si vamos a focalizarnos en bienestar animal hay que apuntar a eso», concluyó.
FUENTE: Juan Manuel Fernández | jmfernandez@ellitoral.com – CAMPO LITORAL –