El ministerio de Ambiente comenzó el lunes una campaña de difusión para reducir el consumo de proteínas animales, planteando que el objetivo de “repensar nuestra alimentación y modificar nuestros modos de consumo y producción”.
El propio ministro Juan Cabandié se puso al frente de la comunicación, participando de un video que invita a sumarse a la iniciativa. Allí lo acompañan distintos artistas y periodistas -Liz Solari, Sergio Elguezábal, Agustina Cherri, Pablo Granados y Maryta de Humahuaca-, además de la cocinera vegetariana Daksha y la licenciada en nutrición Romina Pereiro.
Entre otros mensajes, invita a “reemplazar proteínas animales por vegetales por el bien de la tierra y de todos los que vivimos en ella”. El pedido lo inscribe dentro del compromiso asumido por la Argentina en 2020 de “limitar el crecimiento de la emisión de gases de efecto invernadero para 2030”. En ese sentido, sostiene además que “reduciendo el consumo de carne, conservamos nuestros bienes naturales y mejoramos nuestra salud”. Y sentencia: “Sumá tu acción para combatir el cambio climático, la deforestación y la contaminación”.
La página oficial del programa, publicada en la web del ministerio de Ambiente, asegura que Lunes Verdes “es una oportunidad para modificar nuestros hábitos y promover prácticas amigables y sostenibles con el ambiente”.
Por eso invita a realizar determinadas acciones, entre ellas:
Pensar cómo nos alimentamos, cómo ese alimento impacta sobre nuestra salud y cómo podemos ampliar nuestra dieta.
Limitar el consumo de proteína animal contribuye a atenuar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes u obesidad.
Reflexionar sobre los modos de producción actuales y sus efectos en el calentamiento global.
¿Iniciativa fugaz?
El lanzamiento de la campaña se realizó el lunes a la noche a través de redes sociales de Ambiente. Lo curioso es que el martes por la mañana el posteo fue borrado. También se ocultó en Youtube el video donde se invitaba a la iniciativa.
Valor Carne intentó obtener más información sobre la campaña pero voceros y funcionarios del Ministerio hicieron caso omiso del pedido o declinaron opinar sobre el mismo. Esto podría significar que la iniciativa perdió peso rápidamente dentro del Gobierno, algo que se irá evaluando con el correr del tiempo.
La Ciudad de Buenos Aires y los “Lunes sin carne”
Pero no solo el ministerio de Ambiente de la Nación avanza con la idea de reducir el consumo de carne de los argentinos. La semana pasada, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declaró de “Interés Ambiental” la campaña internacional “Lunes Sin Carne” promocionada por el ex beatle Paul McCartney y que en la Argentina es motorizada por la Unión Vegana Argentina (UVA).
El proyecto fue impulsado por las legisladoras de Vamos Juntos, Mercedes de Las Casas y Carolina Estebarena.
Frente a esta decisión, el presidente de la UVA, Manuel Martí, afirmó que la declaración “significa que la legislatura reconoce la incidencia negativa de la industria de la carne en el planeta, los animales y la salud”. Y agregó que “el próximo paso es que se implemente en los comedores de las escuelas y dependencias oficiales porteñas”.
Rechazo ganadero
La Declaración de la Legislatura porteña generó la reacción del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), que remarcó que “nuestro sistema de producción mejora la fertilidad del suelo, evita la erosión y es beneficioso para la biodiversidad”. Además, sostuvo que “la carne vacuna es un alimento de alta calidad, rico en nutrientes esenciales como los aminoácidos de alto valor nutritivo que nuestro cuerpo no puede sintetizar en las cantidades adecuadas”.
En tanto, precisó que “el aporte de la ganadería vacuna (argentina) a las emisiones totales del planeta es de solo 0,15 %” y que “se destinan aproximadamente 65 millones de hectáreas” a la actividad, “tierras que no son aptas para la producción de otro tipo de alimento para el hombre”.
Además, explicó que el uso de un área “tan significativa” para el pastoreo implica que “el secuestro de carbono (CO2) atmosférico en el suelo es más relevante de lo que se pensaba anteriormente”.
Según el IPCVA, la energía utilizada por el ganado para vivir deriva de la fijación de CO2 a través de la fotosíntesis por parte de las especies forrajeras que consumen. El CO2 permanece en la atmósfera por mucho más tiempo que el metano producido en la digestión de los alimentos por los vacunos. Por lo tanto, “si bien el valor de emisión del metano es mayor, cuya magnitud es motivo actualmente de revisión, al permanecer menos tiempo resulta en un efecto ambiental neto menor”.
Finalmente, en relación a la salud, afirmó que la carne “es un alimento de alta calidad bien conocido por los seres humanos, rico en nutrientes esenciales, como los aminoácidos de alto valor nutritivo que nuestro cuerpo no puede sintetizar en las cantidades adecuadas, EPA (ácido eicosapentanoico), DHA (ácido docosahexaenoico) omega-3, hierro hem, vitaminas B12 y D3, creatina, carnosina, taurina, particularmente importante en el desarrollo cerebral de los bebés”.
Y aseguró que “estudios llevados por equipos de profesionales del Hospital Garrahan de Buenos Aires han demostrado el riesgo, particularmente en lo que hace a deficiencia de vitamina B12, que corren las madres veganas que no incluyen carne en sus dietas antes de la concepción hasta el final de la lactancia materna”.
Por su parte, la Sociedad Rural Argentina (SRA) rechazó ambas iniciativas. “Es la principal fuente de proteínas, indispensables e insustituibles para una dieta equilibrada. En rigor, contribuye enormemente al crecimiento y desarrollo infantil. El rumiante es el único animal que tiene la capacidad de transformar el pasto en proteína de alto valor biológico, proceso que no ha podido ser reemplazado por ningún otro mecanismo”, apuntaron.
También la SRA aprovechó para poner el foco sobre el aporte económico del sector. “La producción, industrialización y comercialización de carnes genera decenas de miles de puestos de trabajo, actividad económica, inversión e ingreso de divisas, y cumple un rol estratégico, ya que es una de las pocas actividades que pueden desarrollarse en prácticamente todo el territorio nacional, incluso en aquellas zonas geográficas de nuestro país en las que la ganadería es la única actividad económica posible”, sostuvieron.
Y agregaron: “es un emblema de nuestra identidad nacional y un producto que nos representa en el mundo como ningún otro”.
“La alimentación variada siempre es saludable, pero también resulta imprescindible alentar el consumo de carnes como principal fuente de proteínas de los argentinos, así como preservar a la cadena de valor de la carne y a todos sus integrantes: productores, trabajadores, industriales, matarifes, carniceros, exportadores y a las miles de familias argentinas que viven de esta arraigada y noble actividad en todo el país”, concluyó el comunicado.
Por Marcos Lopez Arriazu, Jefe de Redacción de Valor Carne