Solo un tercio de los sectores de la economía que operan en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) ofrece más divisas que las que demanda, de acuerdo a un informe de la consultora Analytica.
«De los 27 sectores que operan en el MULC, durante 2021 apenas un tercio está aportando más dólares de los que se lleva: agro (al momento del relevamiento aportó u$s 7824 millones netos); alimentos, bebidas y tabaco (u$s 1664 millones entre los tres); minería (u$s 529 millones), informática (u$s 192 millones), gastronomía, entretenimiento y electricidad (u$s 144 millones)», indica el documento.
En contrapartida, los principales demandantes netos de dólares son: industria química (u$s 1237 millones), maquinaria (u$s 1171 millones), comercio (u$s 1041 millones), automotriz (u$s 817 millones) y petróleo (u$s 631 millones). El resto de sectores se lleva otros u$s 3.756 millones.
«Las importaciones del sector automotor registran el valor más alto desde el primer trimestre de 2018″, explicaron desde Analytica para luego señalar que si bien la dinámica evidencia parte de la recuperación del nivel de actividad, «también sucede que el ratio de importaciones por auto fabricado aumentó».
El nivel de importaciones de bienes es elevado, pero, al mismo tiempo, «los canales especulativos para las empresas hoy están bloqueados», remarca el informe.
Según el mismo, los adelantos de importaciones están desalentados por un costo de girar en descubierto superior a los futuros de dólar oficial (40% vs 30%), mientras que las precancelaciones de deuda privada con el exterior siguen limitadas por el Banco Central.
«Al igual que en los conocidos ciclos de stop and go de varios momentos históricos, el saldo comercial definirá los límites de la recuperación económica. Depender de un resultado tan volátil da cuenta de la fragilidad a la que está sometida hoy la economía«, sostiene el documento de la consultora.
Y sentencia: «Los términos del acuerdo que se alcance con el FMI y la reducción gradual del cepo son las claves para volver a contar con una cuenta financiera y de capital que destrabe el crecimiento».
Con la soja superando los u$s 600 por tonelada, cerca del récord de 2012, se consolida el buen panorama para el ingreso de divisas durante el segundo trimestre del año. El interrogante, según Analytica, es qué sucederá cuando la liquidación de la cosecha gruesa comience a declinar.
El documento explica: «La estacionalidad del mercado de cambios condiciona la sustentabilidad de los niveles de actividad. En particular, la industria exige unos u$s 600 millones adicionales por cada 10 puntos porcentuales de crecimiento. Y lo más relevante es que esa demanda no declina en el tiempo. En una economía normalizada, los ciclos del agro podrían ser compensados con el ingreso de dólares financieros. Pero con los actuales desequilibrios macro, se volvió a una economía similar a la de principios de los años 70´s, sin cuenta capital ni financiera, y con alta inflación«.
Uno de los principales temores del pensamiento estructuralista, al cual adhieren algunos funcionarios del Gobierno, es la llamada restricción externa. Según esta visión, esto se da cuando una economía latinoamericana empieza a repuntar y las divisas se hacen escasas para sostener el crecimiento.