Las entidades del campo reaccionaron en forma negativa ante el anuncio de que el Gobierno cerrará por 30 días las exportaciones de carne en un intento por bajar los precios de los cortes, que empujan hacia arriba la inflación de los alimentos.
«El cierre de exportaciones de carne por 30 días es un error y un paso atrás en todo sentido. Causará un daño irreparable a un sector productivo que ha demostrado que genera empleo y actividad en todo el territorio nacional», dijo a El Cronista Daniel Pelegrina, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA). «La decisión destruye la imagen de Argentina como proveedor confiable y volveremos a regalarle los mercados a nuestros principales competidores. Y lo peor de todo, tal cual lo demostró la reciente historia del kirchnerismo, en nada va a contribuir a bajar los precios especialmente en el largo plazo», agregó el dirigente ruralista.
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Por su parte, Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro, se manifestó ante este diario «totalmente en contra de una medida de tal naturaleza», ya que el problema del aumento de los precios es «macroeconómico, es un problema propio de la inflación desenfrenada que existe, por lo tanto esta medida no conduce a nada dentro del desorden de la economía nacional por la falta de un plan económico».https://008b6a139d40de9fe8366d310739b1f1.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html
En tanto, Carlos Achetoni, de Federación Agraria, expresó: «Es una medida desafortunada, que repudiamos desde FAA, porque estamos totalmente convencidos que al pequeño y mediano productor, no sólo de carne vacuna sino de cualquier tipo de carne, lo va a afectar seriamente, generando grandes deserciones del circuito productivo»
Achetoni afirmó que «es un marcado retroceso para la economía del país y un menor ingreso de divisas, que significa un contrasentido a lo que necesita nuestro país», y pronosticó: «La pérdida que significa para el desarrollo y la economía de los pequeños productores no se va a ver reflejada en la baja de precios al consumidor».
-Algunas entidades ya hablan de cese de comercialización o de consultar a las bases. ¿Qué va a hacer la Federación?, preguntó El Cronista
-En eso estamos, lo está pidiendo todo el país…
La Confederacion de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) se declaró inmediatamente en «alerta y movilización». En un comunicado, la entidad señaló: «En vista de las comunicaciones que dan cuenta de un cierre de exportaciones de carne vacuna por 30 días anunciado por el Gobierno Nacional, argumentando para ello el alto precio de la misma, expresamos nuestra firme oposición a la medida por inconducente, inconsulta e indebida, a tal punto que dicha medida como ya ha ocurrido años atrás en nuestro país, no solo agravará el problema que se pretende solucionar, sino que perjudicará a cientos de miles de trabajadores de la cadena cárnica que aun en este contexto de pandemia siguen trabajando».
«Pareciera que a menos de dos años de la administración, al Gobierno se le han acabado las ideas para poder morigerar el aumento de los alimentos (provocado principalmente por el desmanejo en las variables macroeconómicas -inflación-), y pretende resolverlo aplicando recetas que ya han sido aplicadas y han fracasado, y cuyos resultados toda la ciudadanía conoce», dijo CARBAP
La entidad convocó a una reunión de su Consejo Directivo de urgencia «para decidir las acciones a seguir».
También se pronunciaron desde Confederaciones Rurales Argentina (CRA): «Es un error el cierre de exportaciones de carne. Marcha atrás para el desarrollo y crecimiento de la ganadería. Vamos camino a un cese de comercialización».
Las reacciones no solo provinieron de los dirigentes de las entidades. Alfredo De Ángeli, senador nacional de Juntos por el Cambio para Entre Ríos y líder de los cortes de rutas en 2008 durante las protestas del «campo» contra la Resolución 125, señaló: «Es una locura cerrar las exportaciones de carne vacuna. Van a volver a destruir todo lo que costó tantos años construir después del 2006, cuando cerraron las exportaciones (perdimos el 20% del stock ganadero y no pudieron controlar la inflación)».
«Es desastre. Rompen lo que anda bien pero se encontrarán con un campo muy enojado. No descarto paros de comercialización por el mismo tiempo que dure la medida y no solo de carne sino de todo. Es muy grave porque ya conocemos las consecuencias y ellos no lo ignoran. Porque lo hacen luego de un mes de negociación de precios y, luego de acordar, lo anuncia. Se verá. Creo que es una estrategia para generar caos adicional y buscar culpables en otros e intentar correr el problema a otro lado», advirtió a El Cronista Víctor Tonelli, analista del mercado ganadero.