Finalmente las negociaciones que encararon esta semana funcionarios del Gobierno nacional y directivos de los principales frigoríficos exportadores nucleados en el Consorcio ABC no llegaron a buen puerto, según pudo saber LPO con diversas fuentes de ambos sectores.
El tema es que, al no levantarse el cierre de exportaciones de carne, la Mesa de Enlace decidió extender el cese de comercialización de hacienda hasta el miércoles 2 de junio. Este viernes se reunieron los presidentes de las cuatro entidades para definir los detalles de la medida de fuerza.
La decisión de los dirigentes rurales se tomó, básicamente, por pedido de las bases del interior del país que se encuentran sumamente molestas con la Casa Rosada. «No nos dejaron alternativas. Hasta que no levanten el cierre de exportaciones seguirá el paro», advirtió un ruralista.
Algunos productores planteaban, incluso, sumar a los granos al cese de comercialización. Sin embargo, esto por el momento no avanzó debido a la resistencia de algunas entidades que prefieren seguir negociando con el Gobierno en los próximos días hasta alcanzar un acuerdo.
El acatamiento al paro ganadero, que finalizaba hoy, fue total. En estos días no hubo ingresos en el Mercado de Liniers, mientras que la totalidad de los remates en el interior fueron suspendidos. En el campo saben que sumar a los granos en esta etapa del año sería una medida de última instancia.
Tal como publicó este medio, el ministro Matías Kulfas y la secretaria Paula Español pretenden que los frigoríficos dupliquen el volumen de carne volcado al mercado interno a «precios accesibles» hasta las elecciones. Es decir, que se aumente el cupo de 8.000 a 16.000 toneladas por mes.
Los funcionarios también quieren que se limiten las exportaciones de los cortes de mayor consumo popular, como, por ejemplo, el asado, para destinar la totalidad de la producción a los supermercados y carnicerías locales de manera tal de planchar el precio.
En las carnicerías hay preocupación porque sostienen que tienen stock para abastecer el consumo hasta este fin de semana. El lunes próximo, entonces, empezaría a escasear carne en los mostradores, lo que sumaría un factor extra de presión al Gobierno, a los frigoríficos y al campo.
Entre las cámaras frigoríficas aseguran que lo único que bajará de precio en lo inmediato son las hamburguesas. Esto porque las vacas conserva que se exportan a China (un 75% del total) se utilizan, únicamente, para la elaboración de este alimento.
Desde que se cerraron las exportaciones, la carne aumentó hasta un 14% dado que los frigoríficos debieron convalidar subas en Liniers, antes del paro, para stockearse de cara al cese de comercialización de hacienda y al confinamiento por 9 días dispuesto por el Gobierno.
Por ahora sigue vigente un acuerdo de precios mediante el cual se vende el kilo de tira de asado a $359, el vacío a $499, el matambre a $549, la tapa de asado a $429, la bola de lomo a $489, la carnaza a $359, la falda a $299, el roastbeeef a $399, la carne picada a $265 y el espinazo a $110.
En los supermercados el kilo de asado, por fuera del acuerdo de precios, se consigue a no menos de $800, el vacío a $1200, el matambre a $1100, la tapa de asado a $800, la bola de lomo a $850, la carnaza a $540, la falda a $450, roastbeef a $620, la carne picada a $469 y el espinazo a $ 215.
Los principales cortes de carne vacuna aumentaron por encima de la inflación en los últimos 12 meses. El asado subió un 81,5%, el matambre un 76,6%, la tapa de nalga un 65,6%, el lomo un 62,5%, la picada un 61,5% y el osobuco un 60,2%, según datos oficiales.
