Tras dos semanas de paro de comercialización, el miércoles llegaron los primeros envíos al mercado de Liniers. Fueron 700 cabezas en 25 camiones. Los precios que pagó una demanda ávida para hacerse de algo de carne, tras una generalizada ausencia de producto, resultan difíciles de proyectar de manera sostenible.
Comparando los valores de los remates de ayer con los de la semana previa al anuncio de la suspensión de exportaciones y con los de la siguiente, que fue muy corta e irregular por la decisión del paro, se ven aumentos muy importantes.
Los novillos se valorizaron en $6 y $24, respectivamente, que se acumulan; los novillitos en $10 y 18; las vaquillonas en $8 y 16 y las vacas bajaron $15 pero luego aumentaron $25. Es decir, entre $24 y $30 de aumentos para novillos y jóvenes y $10 netos para vacas.
Las vacas conserva y regulares no lograron superar los valores de aquella primera semana y son las categorías llamadas a sufrir más por la suspensión de exportaciones en el corto plazo.
Es indudable que, a partir de hoy, la demanda seguirá muy activa pero también es de esperar una afluencia muy importante, por el largo parate, por las necesidades financieras de los productores, por la época del año y por la posibilidad de que vuelva a resolverse otro paro.
Hoy jueves entraron 7 mil cabezas, menos de los esperado. Con el 30% de las operaciones cargadas, los precios cedieron con respecto a los muy altos de ayer pero se mantienen en línea con los anteriores.
Habrá que esperar unos días para ver dónde se estabiliza el mercado.