En el Ministerio de Hacienda descartaron este jueves el regreso de las retenciones y aseguraron a LPO que la alícuota a la soja seguirá bajando medio punto por mes, como está ocurriendo desde principios de año, como parte del cumplimento de la promesa de campaña de Mauricio Macri.
La marcha atrás llegó sobre el cierre de una jornada en la que se descontaba que el Gobierno anunciaría que se frenaba la baja gradual de las retenciones a la soja y se reponían al trigo, maíz, girasol y hasta el biodiesel.
La posibilidad de esa medida provocó la reaparición en la escena política de la Mesa de Enlace, que este jueves le pidió una audiencia urgente a Mauricio Macri. También hubo expresiones durísimas de distintos referentes y asociaciones del campo.
«Sáquense de encima a los tilingos, progres tardíos y kirchneristas reciclados», le propusieron al Gobierno desde la red nacional de productores autoconvocados. Fue una de muchas expresiones duras, que anticipan un conflicto de alcance difícil de medir.
Lo curioso es que por la mañana el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, primero no lo descartó y luego admitió que la posibilidad está latente.
«Nosotros enfrentamos, a partir de los últimos cambios en el contexto internacional, la decisión de acelerar la convergencia hacia el equilibrio fiscal y en ese contexto todas las opciones están sobre la mesa», reconoció el funcionario. Es que en efecto, el FMI no sólo pide acelerar la baja del gasto, sino también subir los ingresos del Estado, para así cerrar a mayor velocidad la brecha fiscal.
En el Gobierno aseguraron a LPO que si bien se analizó esta posibilidad, en el campo se «apresuraron» en cuestionar a la Rosada. Con la marcha atrás con la medida, agregaron las fuentes, queda por ahora descartada la audiencia que pidió la mesa de Enlace. Sin embargo, ningún funcionario ni Macri lo descartaron en «on». Todo se limitó a voceros del Palacio de Hacienda en «off», lo que mantiene las sospechas del campo.
¿Por qué giró el Gobierno?
En primer lugar, tal como adelantó LPO, el principal opositor a una medida de esas características es el propio Macri.
Allegados al presidente confirmaron a LPO que Macri cree que no puede romper la alianza con el campo, que fue clave en las elecciones de 2015 y en 2017. Además, está convencido que son impuesto distorsivo y que no puede incumplir lo que fue su mayor promesa de campaña. En ese sentido, las duras advertencias del campo funcionaron como antídoto, contra una medida que estaba prácticamente decidida.
Por eso mismo, en el sector nadie se quedó tranquilo con la desmentida «en off» del Ministerio de Hacienda y que se difundió tras un encuentro de Dujovne con su par de Agricultura, Miguel Etchevehere, que fue el canal del campo para oponerse a la medida.
Este jueves se realizó una reunión de seguimiento del Censo Agropecuario en la sede porteña del INDEC y el posible regreso de las retenciones monopolizó la conversación.
En ese encuentro, representantes de los productores de soja, trigo y maíz expresaron su bronca. Los directivos de Acsoja fueron, si se quiere, los menos preocupados porque en su caso las retenciones quedarían congeladas en el actual 28%, que ya es bastante menos que el 35% que les cobraba el kirchnerismo. Pero en Maizar y Argentrigo el malestar es importante.
En diálogo con LPO, Javier Buján, director de la consultora Kimei Cereales, dijo que «aplicando retenciones del 10% al trigo y al maíz en la próxima campaña, la recaudación del Estado se ubicaría en torno a los u$s 750 millones».
«Si bien esta medida sería popularmente efectiva y generaría un beneficio para los ganaderos, avícolas y porcinos porque comprarían el maíz más barato, causaría una pésima señal al mercado que de a poco va asumiendo las retenciones», sostuvo Buján.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), durante la presente campaña, debido a la sequía, los productores perdieron ingresos brutos por u$s 7.500 millones por la caída en 20 millones de toneladas de soja y 10,5 millones de maíz.
En tanto, Gustavo López, director de Agritrend, afirmó a este medio que «el cobro de retenciones del 10% en trigo generaría una recaudación de aproximadamente u$s 200 millones, mientras que en el caso del maíz sería de unos u$s 550 millones adicionales».
De todas formas, el analista aclaró que dichas estimaciones se hacen suponiendo que la siembra de trigo y maíz se mantendrá en los niveles proyectados sin retenciones algo que, a pesar de las desmentidas oficiales, suena improbable para el mercado.
Así las cosas, el mercado sigue sin creerle al Gobierno y operó como si las retenciones ya se hubiesen aplicado: todos los contratos que se negociaron en soja, trigo y maíz en la zona de Rosario registraron bajas a la espera de precisiones de los funcionarios
