Este jueves vence la actual restricción, y trabajan en una solución, luego del conflictivo avance de las negociaciones con frigoríficos.
Las negociaciones entre el Gobierno y los principales frigoríficos exportadores se extendieron más de lo previsto y el 17 de junio, cuando vence la prohibición para vender carne al exterior, está cada vez más cerca.
En principio, el objetivo del Gobierno era simple, y tenía como horizonte la baja del precio. Así, lo que les pidió a los frigoríficos fue que aporten mayor cantidad de mercadería al programa de cortes a precios populares, además de una baja en sus precios.
De este modo se levantarían las restricciones para exportar, que el Gobierno puso en el centro de la escena como gran culpable del incremento constante del precio de la carne.
La industria llegó a ofrecer hasta cerca de 15.000 toneladas -volumen al que aportarían también matarifes y supermercados-, en tanto que el Gobierno, que nunca dio su visto bueno a las propuestas de los frigoríficos, pretendía que los precios cayeran hasta 30%.
Pero en los últimos días apareció otra inquietud por parte del Gobierno. Como en tantos otros ámbitos oficiales, una visión más dura respecto de lo que se debe hacer.
Este nuevo objetivo, que tomó mucha fuerza los últimos días, pasa por reducir la aprobación de los permisos para exportar hasta un 40%, a partir de una baja, sobre todo, de la carne que se vende a China.
Esto generaría -de acuerdo con los cálculos del Gobierno- que haya una mayor cantidad de productos en el mercado local, lo que supondría una reducción en el precio en el mercado local.
Según afirman en la industria, esta limitación no sería útil para lograr esta mejora, ya que los cortes que se venden a China no son los que se consumen en la Argentina.
De este modo, además, se estaría dejando en una situación muy compleja a varios de los frigoríficos que hoy tienen su foco puesto en ese país.
Para la Argentina, el mercado chino es clave, a tal punto que representan cerca del 80% de las exportaciones de carne argentina. De hecho, debido a la prohibición que ya está a días de cumplir un mes, la Argentina perdió exportaciones por unos u$s 75 millones.
En caso de que esto ocurra, los ganaderos advierten que la protesta no se haría esperar y no dudarían en apuntar a un corte de rutas, una medida que estuvo bajo estudio durante el último paro del campo.
El Gobierno deberá anunciar durante esta semana cuál será el camino elegido, y todo indica que estirará la decisión hasta lo más cerca posible del 17, cuando vence la prohibición actual.
Hasta el momento, el cierre de las exportaciones no generó calma en los precios, como se pretendía en el Gobierno. Según la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) en mayo, con restricciones de por medio, el precio de la carne vacuna en las carnicerías del AMBA subió 6,1% mensual y en los supermercados un 5,2% mensual.
FUENTE: CRONISTA – por MATÍAS BONELLI –
