Según el Meat and Livestock Australia, hasta la fecha, la demanda china no muestra signos de retroceso. Con EE.UU. cubriendo los nichos de cortes de valor que deja libre el país oceánico, no está claro quiénes podrían compensar las 200/250 mil toneladas por año que aporta la Argentina.
El fuerte repunte económico después de la interrupción inicial de COVID-19 y una marcada escasez de carne debido a la peste porcina africana (PPA) reforzaron las importaciones de carne vacuna por parte de China en el último año, y este impulso continuó en los últimos meses.
Si bien los precios de la carne de cerdo de China han disminuido de forma marcada – lo que sugiere que los stocks de carne de cerdo se han recuperado- el gran volumen de la liquidación del stock de cerdas y los rebrotes de la peste porcina africana sugieren que esto puede ser de corta duración. El enfriamiento de los precios de la carne de cerdo aún no ha hecho bajar los precios de la carne de vacuno y las importaciones de este producto han seguido aumentando, señaló Meat and Livestock Australia (MLA).
De enero a mayo las importaciones de carne de vacuno de China aumentaron un 18% interanual, y los 10 principales proveedores (excepto Australia) registraron un crecimiento de dos dígitos.
Sin embargo, dos mercados fundamentales como Australia y Argentina han registrado, por distintos motivos, restricciones en los envíos.
En el caso de Australia, una serie de problemas técnicos dieron lugar a la suspensión de siete industrias exportadoras de carne vacuna en 2020 que aún no han sido rehabilitadas. Sumado a una escasa oferta de ganado, en un escenario de reconstrucción de su rodeo tras dos años de sequía, las exportaciones de carne de vacuno a China se desplomaron 42% interanual entre enero y mayo.
En el caso de Argentina, se dio primero una suspensión temporal por 30 días a todos los destinos (exceptuando cuotas). Y luego, la semana pasada, el gobierno oficializó medidas para limitar las exportaciones de carne vacuna al 50% de los volúmenes de 2020 y prohibir la exportación de algunos cortes hasta fines de agosto. Medida que podría restringir sustancialmente el volumen de las exportaciones de carne vacuna argentina a China, su mercado más grande.
Mientras tanto, Estados Unidos, tras el Acuerdo de Fase Uno, ha registrado un comercio de rápido crecimiento para el producto. Los envíos de carne bovina estadounidense a China se han disparado en los últimos meses.
¿Cómo impactará todo esto en el mercado chino?
Para MLA, en primer lugar, en el caso de Argentina y Australia, no está claro cuánto tiempo y en qué forma puede persistir el acceso restringido. En segundo lugar, el acceso favorable de la carne de vacuno estadounidense a China parece razonablemente seguro, al menos durante el resto de 2021.
La mayor parte de las exportaciones de carne vacuna argentina y una parte de las australianas a China son productos básicos de menor precio, como carne vacuna congelada. Estados Unidos no ha exportado tradicionalmente estos artículos, dado su gran apetito interno por ese producto para producir hamburguesas. La carne estadounidense en China está capitalizando la presencia reducida de productos australianos premium, en particular cortes de lomo alimentados con granos, aprovechando la creciente demanda de carne de alta calidad en el mercado.
“La demanda en EE UU está al rojo vivo, ya que la economía se dispara en medio de un estímulo sin precedentes y un despliegue exitoso de vacunas, y los precios de la carne de res se han disparado en verano. Esta presión sobre los precios pronto afectará los envíos de carne de res de EEUU a China”, señaló el reporte.
Para reemplazar la carne de vaca de Argentina y Australia, señaló MLA, es posible que otros proveedores, como Brasil, Uruguay y Nueva Zelanda, necesiten llenar el vacío, en el caso de Argentina podría ser de 200.000 a 250.000 toneladas por año.
Hasta la fecha, la demanda de carne vacuna importada de China aún no muestra signos de retroceso. Con Argentina y Australia limitados por el acceso al mercado, las importaciones de China pronto se encontrarán con restricciones de oferta. Si bien EEUU es el proveedor más grande del mundo, continuará operando en segmentos premium de alto precio.
Fuente: Ganadería.uy en base a MLA.