La nutrición y el manejo del rumen son temas sumamente importantes en una explotación ganadera, ya que determinan el 50% del éxito de producción, y por ende, de rentabilidad del negocio. CONtexto ganadero le explica algunos puntos clave que nunca debe olvidar si quiere crecer en su actividad.
Álvaro Barriga, un médico veterinario, indica en una charla de Fedegán que “el rumen de las vacas es el motor de la digestión de los bovinos, siendo esto lo que nosotros debemos cuidar. El rumen lo que hace es procesar esa fibra en bacterias anaeróbicas para convertirla en carbohidrato digestible y proteínas que puedan ser absorbidas”.
El profesional añade que existe una teoría común en el sector ganadero y es que la dieta de los animales bovinos debe ser de 80 % fibra de buena calidad con unos niveles de proteína correctos y 20 % granos.
Esta teoría debe “tener una fibra detergente ácida baja porque de lo contrario la digestibilidad disminuye. En palabras sencillas el 80% debe ser pasto y el 20% granos, concentrados o algún tipo de suplemento para buscar y forzar una producción mayor”, expone Barriga.
Esta información es indispensable en estos momentos, pues los precios de los concentrados actuales que cada día incrementan un poco más, además de las condiciones “y retos de leche importada, entonces por eso es que tenemos que buscar eficiencia. Nuestra meta es tener promedios altos de producción con muy buenos sólidos en esta proporción para ser competitivos y tener márgenes de rentabilidad”, agrega Barriga.
El experto menciona que en nutrición, uno de los retos es la fibra altamente digestible, razón por la que hay que evaluar cómo se están rotando los potreros en cada predio, de tal forma que no se pierda el trabajo del establecimiento y se les brinde a los animales alimentos de buena calidad.
“La invitación es que hagamos un análisis de suelos con profesionales en el tema y así revisar qué tipo de pastos son ideales para la zona, qué altitud está, qué es lo que se está buscando, si las rotaciones son cortas o largas para tener buenos resultados y una dieta realmente decente y buenos promedios de producción”, señala Barriga.
Otro de los grandes retos es la calidad y cantidad de pastos en todo el año, pues en Colombia hay veranos e inviernos que son diferentes frente a otros países, por lo cual la calidad y el volumen de las pasturas pueden variar notablemente.
“Debemos intentar garantizar que esa oferta, ese pasto que estamos dando y los granos sean lo más parejo en cuanto a calidad y cantidad. Si lo logramos los promedios de producción estarán acordes al reto grande que estamos tomando”, expresa Barriga.
En cuanto al manejo del rumen, el profesional afirma que “nos estamos convirtiendo en asesinos de bacterias porque sometemos a las vacas a un estrés absolutamente absurdos en viajes, con perros recogiendo el ganado, dietas altas en carbohidratos, con procesos indiscriminados de antibióticos donde lo único que se hace es acabar con las bacterias y la flora ruminal”.
Todas estas acciones llevan a que se descuida el rumen del animal, que es lo que realmente se encarga de convertir ese forraje verde en proteína animal como la leche, carne y la cría. “Sin somos juiciosos en cuidar las vacas y el rumen de nuestras novillas, pues el resultado va a ser bueno”, dice el experto.
