Un informe de la Fundación Mediterránea alerta sobre los perjuicios de tener el mercado intervenido: «se reducen fuerte las exportaciones de carne», asegura y agrega como fuerte correlato la pérdida de ingreso de divisas.
En junio las exportaciones de carne bovina se ubicaron en 34,1 mil toneladas (peso producto), retrocediendo un 45% respecto de las colocaciones del mes previo. tal como indican datos del INDEC. Según un informe de la Fundación Mediterránea, la intervención del gobierno, primero vía suspensión de envíos, luego estableciendo un cupo a los volúmenes, castigó con fuerza el comercio exterior de la cadena.
Así, las restricciones a las exportaciones de carne bovina que el Gobierno comenzó a aplicar a mediados de mayo se reflejaron en una pérdida de US$106 millones en junio y permiten proyectar una pérdida anual de unos US$1.100 millones, según un análisis realizado por Juan Manuel Garzón.PUBLICIDAD
«El pobre desempeño argentino contrasta con lo sucedido en países vecinos, también productores y exportadores, donde las exportaciones crecieron tanto en Brasil (+11%) como en Uruguay (+2%) en el mismo período», destacó la Fundación que preside María Pía Astori.
El informe que se encuadra bajo el título «En un mercado intervenido, se reducen fuerte las exportaciones de carne» y detalla que tomando como referencia los volúmenes exportados en el 2020 según tipo de operaciones (afectadas y no afectadas por el nuevo marco normativo) y los precios internacionales de últimos meses, «se estima que las nuevas reglas sobre el comercio exterior tienen un costo anualizado en términos de exportaciones no realizadas de aproximadamente 1.100 millones de dólares«.
Además, el trabajo alerta que «este monto probablemente subestima el real costo de la medida considerando la posibilidad perdida de colocar este año mayores volúmenes en un contexto de recuperación de la economía global y del consumo de carne bovina»
Como era de esperar, el mercado destino más afectado por la medida adoptada por el gobierno argentino está siendo China, principal comprador de carne bovina congelada en los últimos años, y quien concentra mayoritariamente las operaciones que caen bajo la nueva regulación; los envíos de junio al gigante se redujeron 47,4% respecto a los del mes previo (un ajuste de 24,5 mil toneladas).
A quién le pega más fuerte el cepo a las exportaciones
En cuando a los principales damnificados por la medida, el trabajo señala en especial a al productor ganadero.
«En los últimos dos meses el novillo se valorizó entre un 4% y 10% en los países vecinos (animal en pie, en USD / kilo), mientras que en Argentina acumula una caída del 8%», señala el trabajo y agrega que finalmente, la medida tampoco ayudó a bajar los precios. «En lo que hace a precios consumidor, la carne aumentó 8% en junio respecto del mes previo (IPCVA, canasta 18 cortes), un movimiento contrario a lo que esperaba el gobierno tras su intervención al mercado.
«Estos precios que paga el consumidor deberían, en principio, empezar a estabilizarse (e incluso bajar en términos reales) considerando la baja estacional que suele tener la demanda en los meses del invierno y el re-direccionamiento de carne desde el mercado externo hacia el interno que está forzando el gobierno, aunque esto dependerá también de cómo evolucionen la producción de carne y la recuperación de la economía argentina», alertó la Fundación Mediterrénea.
Desde que comenzó a sonar la posibilidad de que se cerrara el mercado de exportaciones de carne se escuchó fuerte al campo referirse a esta alternativa como poco productiva, dado que ya había sido aplicada en el pasado y si bien, en un primer momento podría reducir algo los precios internos, en el mediano y largo plazo las consecuencias serían malas para todos los actores de la cadena. Este trabajo muestra que en esta cadena de pérdidas también está Estado, que puede perder más de 1000 millones de divisas, en un momento que tanto las necesita.