Aumentos en los costos de los insumos generaron una baja en la rentabilidad, que no fue seguida por los impuestos.
Según la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), de cada $100 de renta del productor (ingresos menos costos), $63,40 quedaron para distintos niveles del Estado en el segundo trimestre de 2021.
El número creció 1,6 puntos porcentuales respecto al trimestre pasado.
El aumento se produjo, según David Miazzo, Economista Jefe de FADA, por “impuestos y más impuestos. La mayoría (el 68%) son nacionales no coparticipables, es decir, son recursos que se le están quitando a las ciudades del interior, principalmente por los Derechos de Exportación”.
El Índice FADA ofrece distintas mediciones: el promedio de cultivos ponderado a nivel nacional marcó 63,4%, pero también muestra cómo se da en distintos granos. En el caso de la soja es del 67,5%, maíz 55,5%, trigo 59,6% y girasol 49,8%.
En cuanto a los índices provinciales, Córdoba registra un 63,1%, Buenos Aires 61,4%, Santa Fe 61,1%, La Pampa 62,9%, Entre Ríos 66,0% y San Luis 62,1%.
Razones del aumento
La principal razón por la que subió el índice es que se incrementaron los costos de los insumos. Dentro de los insumos, los fertilizantes han presentado aumentos anuales de hasta el 50%. Pero los que más subieron fueron los fitosanitarios, algunos han mostrado alzas de precios anuales mayores al 50% y hasta el 100%.
“¿Por qué una suba de costos hace incrementar la participación del Estado? Porque los mayores costos hacen reducir la renta, pero los impuestos no se reducen en la misma proporción. Esto pasa porque el principal impuesto son los derechos de exportación que se calculan sobre el precio de los productos y no sobre las ganancias que genera la producción”, aclara Miazzo.
Composición de la presión impositiva
La participación del Estado está compuesta por impuestos nacionales, provinciales y municipales, algunos coparticipables y otros no. “Uno de los grandes problemas es que la gran mayoría son nacionales no coparticipables, son recursos que se producen en el interior, pero no llegan a las ciudades y podrían traducirse en obras, empleo e inversión en el interior productivo”, advierte Miazzo.
Los impuestos nacionales no coparticipables representan el 68% del total que afronta una hectárea agrícola en Argentina. Acá están principalmente los derechos de exportación, a los que se le suma el impuesto a los créditos y débitos bancarios. Este es el mayor nivel desde 2019, momento en que FADA comenzó a medirlo como parte de este informe.
Los impuestos nacionales coparticipables entre Nación y las provincias representan el 26,7%, principalmente impuesto a las ganancias (neto del impuesto a los créditos y débitos) y los saldos técnicos de IVA.
Las provincias reciben parte del 26,7% como coparticipación, y también recaudan diversos impuestos. Los impuestos provinciales explican el 4,7% de los impuestos totales.
Por último, lo recaudado por los municipios representa el 0,6% de los impuestos en el Índice FADA promedio nacional. El componente central de los mismos son las tasas viales o las guías cerealeras, de acuerdo a la provincia.