Los embarques totalizaron 805 mil tec, casi 100 mil menos que en 2020, con China y Rusia como los principales destinos afectados. Además del menor ingreso de dólares, se debe contabilizar la merma del valor potencial de la hacienda, las horas dejadas de trabajar y las inversiones demoradas o paralizadas como una cuantiosa pérdida de valor.
Las exportaciones argentinas totalizaron 65 mil toneladas equivalente carcasa (tec) en diciembre, 3% más que en noviembre y 9% menos que en diciembre anterior.
El precio promedio fue de USD5.800 por tonelada de peso embarque, 1% menos que en el mes previo y un sólido 45% más que un año atrás.
El precio promedio con base fija de mercados, que elude variaciones por cambios en el mix de destinos, fue, junto a noviembre, el segundo nivel de los últimos cinco años.
Es decir, estamos hablando de niveles de valores comparativamente muy altos, como se ve en el siguiente gráfico.
En la comparación con noviembre se destaca un aumento de 4,7 miles de t hacia China y 700 t hacia Israel, compensadas parcialmente por caída de 3,1 miles hacia Europa, entre los principales.
Contra diciembre del 2020, los principales destinos muestran caídas, comenzando por China, 2,2 miles de t; seguido por Brasil, 1,2 miles; Chile, 800 t; la UE, 400; e Israel, 300. Sólo EE.UU. registró un aumento de 1.000 t.
Los totales anuales
Con estos datos, 2021 completó 805 mil tec, casi 100 mil menos que en 2020 (898 mil).
Expresadas en toneladas peso embarque, se perdieron 48 mil, concentradas en China (38 mil) y en Rusia (12 mil), con pequeños cambios en los demás destinos. En el caso de China, hubo 85 mil t menos en ventas de carne congelada sin hueso y un aumento de 47 mil de carne con hueso, de valor sensiblemente menor.
Los demás mercados no observaron mayores cambios fundamentalmente porque que las cuotas Hilton, 481 y EE.UU. quedaron por fuera de la cuotificación vigente desde junio.
Esas casi 100 mil tec, a los precios promedio del segundo semestre de 2021 habrían representado USD270 millones en ingresos genuinos, que se decidieron descartar con la política aplicada, lo que es muy difícil de justificar.
Esto se trata de un cálculo conservador. Porque si se tiene en cuenta que en 2021 Uruguay aumentó sus exportaciones de carne vacuna en 32%, EE.UU. en 18% y Paraguay en 17%, el diferencial podría ser aún mayor ya que la Argentina no hubiera tenido un comportamiento distinto.
Sólo Brasil, de entre los principales actores, tuvo un retroceso del 10% porque se vio obligado a permanecer fuera de su principal mercado (China) durante un largo trimestre, por un accidente sanitario menor.
Además, la pérdida señalada sólo fue en materia de ingresos de divisas de exportación.
Si se agregan los valores que podría haber alcanzado la hacienda, las horas dejadas de trabajar, las inversiones demoradas o paralizadas, resulta en una pérdida de generación de valor incalculable pero cuantiosa.
Cerrado el año, 2022 no luce mucho mejor a pesar de las declaraciones de inexistencia de cupos y similares.
Este año habrá cupos, transparentes o no y/o se utilizará el mecanismo de aprobación de DJEC (antiguamente llamados ROEs) para contenerlas, con todas las consecuencias a futuro ya conocidas.
Hacer un pronóstico de las ventas al exterior de este año es muy temerario, ya que no depende del curso de las variables que habitualmente se estudian y que son más o menos predecibles, sino a lo que se le ocurra hacer a un gobierno que descree de los planes y se basa en el “vamos viendo”. Y que no tiene al desarrollo de la ganadería, que sería muy factible en el actual contexto internacional, ni al crecimiento de las exportaciones del rubro, entre sus prioridades.
Fuente: www.valorcarne.com.ar