Se espera una merma importante en la producción de maíz y soja, lo que en definitiva impactará en las arcas públicas vía un menor ingreso de divisas ¿Podrán los mejore precios contrarrestar la baja producción?
La producción de maíz caería unas 8 millones de toneladas y la de soja unas 5 millones menos, como consecuenca de la sequía que afecta seriamente a las zonas productivas del país. Y esos núméros que pueden parecen grandes pero tal vez uno no llega a dimensionar, se puden convertir en unos 5.000 millones de dólares de exportaciones que no serán, como efecto de la sequía reinante. Incluso, puede empeorar si la sitiuación no cambia.
Los datos productivos surgen del último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), entre los cuáles se analiza que, de los 56 millones de toneladas de maíz que se proyectaban con un escenario normal hace un mes, el clima ajustó la primera estimación maicera a 48 millones, un 14% menos.
Pero eso no es todo, porque también caen las posibilidades productivas de la soja, uno de los cultivos más importantes del país, y de 45 los millones de toneladas el mes pasado, ahora se proyectan 40 millones.
Los datos económicos los aportan desde la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA).
Por su parte, para la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en un informe que acaba de publicar este jueves 13 de enero redujo la estimación de superficie de soja en 100 mil hectáreas a 16,4 MHa. El progreso nacional de siembra se eleva al 92,5 del área proyectada mientras que un 40% de dicha superficie informa una condición hídrica adecuada/optima.»La ausencia de precipitaciones junto al cierre de la ventana de siembra impiden incorporar 100 mil hectáreas sobre el sur del área agrícola», indica el informe.
Cómo afecta la merma productiva en dólares que ingresen por exportaciones
Para David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) «se está hablando de una merma en la producción que equivaldría a unos 5.000 millones de dólares de exportaciones», aseguró a Perfil y recordó que estos números pueden incluso crecer si la situación de sequía se mantiene en los próximos dos meses.
Esta caída potencial del ingreso de dólares que tendría la agricultura, que es el principal aportante de divisas al país, llega en un momento muy vulnerable para las reservas internacionales del BCRA.
«Todas las cadenas agroindustriales representan cerca del 70% de las exportaciones de Argentina pero también representan casi el 90% de las divisas netas», explica Miazzo, y agregó que muchos de los otros sectores que exportan a la vez importan. «El sector agropecuario es el principal aportante del Estado de divisas netas, por eso es central el rol del agro en las exportaciones y también en el ingreso de divisas netas al BCRA». estimó.
Además de la situación delicada de reservas que enfrenta el Central, Miazzo contempló que el gobierno deberá hacer frente a varios vencimientos de deuda con el FMI y el Club de París. «Este mes vencen algo así como 19 mil millones de de dólares con el FMI que sólo podrían pagarse -en una situación normal- emitiendo deuda; sin embargo eso es impracticable hoy porque nuestros bonos rinden cerca de 24 o 25% , por eso es tan necesario cerrar un acuerdo con el Fondo», indicó el economista.
¿Qué cabe esperar para los cultivos de soja y maíz en 2022?
La Bolsa rosarina recordó que hace un año hubo un evento de lluvias del 8 al 12 de enero que le daba «un punto de giro a la campaña, evitaba los descuentos y llegaba justo a tiempo para cambiar de rumbo al maíz», pero advirtió que, por el contrario, 2022 sigue sin lluvias importantes. En efecto, ya van casi 30 días sin milímetros significativos que den auxilio: el maíz sigue sufriendo dos golpes de calor que se han sucedido con apenas una semana de respiro en medio.
Según la entidad, a pesar de haberse sembrado un 8 % más de maíz que en el ciclo anterior, la primera estimación hecha sobre la evolución de los cuadros muestra que habrá 4 millones menos que hace un año atrás. Por ese motivo, la BCR consideró que «la posibilidad de sostener la producción del maíz argentino dependerá de las lluvias y el desarrollo que logren alcanzar los maíces de las siembras tardías».
Con respecto a la soja, el informe reveló que los retrasos y la severa falta de agua que han sufrido las provincias de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos ponen en duda si podrán sembrarse las 300 mil hectáreas que están pendientes de una siembra total de 16,2 millones. «Si bien hay expectativas por los pronósticos que señalan lluvias para este nuevo fin de semana, las siembras estarán sujetas a la cantidad de milímetros, ya que por el grado de desecamiento alcanzado son pocos los lotes que aún tienen posibilidades», indicó la entidad rosarina.
Y añadió que la condición de la soja en la Argentina «va de buena a mala», como se observa en muchas zonas del centro este de Buenos Aires, sur y centro de Santa Fé, Entre Ríos y centro y norte cordobés.