La Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) estimó que el temporal de lluvias achicó los rindes de la soja otro 35 por ciento, golpeando aún más a los cultivos que ya habían sido castigados por la mayor sequía en 50 años.
En su informe semanal para la zona núcleo, la GEA calcula que son casi 700 mil toneladas menos que aportará esa región a raíz del exceso de lluvias ocurrido durante abril y mayo. A eso se suman daños en la calidad que llegan hasta el 80 por ciento.
A nivel nacional, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires achicó su pronóstico de cosecha en dos millones de toneladas hasta un total de 36 millones, 37 por ciento por debajo de la última campaña.
Motivos
La GEA comparó lo ocurrido en la región pampeana con la acción de los germinadores industriales, que simulan condiciones de humedad y temperaturas ideales para que las semillas broten. Es una explicación similar a la que utilizó una ingeniera del Inta Marcos Juárez en un video, en el que dijo que fue como si se hubiera tapado un lote con nylon.
Según la entidad rosarina, este “efecto germinador”, que ha afectado a unas seis millones de hectáreas, sucedió, más que por las lluvias, por las temperaturas récord de los últimos 45 días.
“Sólo en abril, las temperaturas medias mensuales estuvieron entre los 20 a 22 grados, cuando las medias de los últimos 30 años son de 14 a 18°C. Y en mayo las altas temperaturas siguieron dominando, con lluvias y tormentas más frecuentes, que mantuvieron constante la saturación de humedad. Es por ello que las condiciones ambientales de los últimos 30 días generaron un efecto similar al de los germinadores industriales”, explicó la GEA.
Pérdidas
De acuerdo a las estimaciones de la Bolsa de Rosario, hasta la semana pasada las pérdidas por este fenómeno rondaban las 500 mil toneladas de soja, pero las evaluaciones realizadas luego de que las cosechadoras volvieron al ruedo, indican que se elevarían hasta 670 mil toneladas.
Concretamente, restan recolectar el siete por ciento de la soja de primera y el 40 por ciento de la de segunda, que tendrán mermas de rinde de 11 y 6 quintales por hectárea, respectivamente.
A eso hay que sumar que lo cosechado está “muy lejos de los estándares de calidad. Los daños van desde un 20 al 80 por ciento en la soja afectada por el temporal”, dijo la GEA.
Granos brotados, podridos, “chuzos” o muy livianos, son el escenario con el que se encuentran productores e ingenieros en las tolvas.
Por eso, “hay temor por rechazos de la mercadería por exceder la tolerancia de recibo para los granos dañados. A la caída de rindes, le seguirá el del precio por la calidad, que resentirá aún más las posibilidades de encarar la próxima campaña 2018/2019, incluyendo al trigo”, concluyó la GEA
Fuente: AgroVoz