El INTA brindó una serie de recomendaciones sanitarias para tener en cuenta en la crianza de vacas y terneros, con el fin de garantizar un producto de calidad y reducir pérdidas
El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) brindó algunas recomendaciones sanitarias para tener en cuenta en la previa al embarazo de la vaca, como así también en los primeros meses de vida del ternero, con el objetivo de garantizar una producción vacuna de calidad.
Teniendo en cuenta que a mayor cantidad y peso de los terneros destetados, mejor será el resultado económico de la producción, el INTA recomendó una serie de cuidados sanitarios –como vacunas y medicinas- a aplicar tanto a la vaca como al ternero.
“Dentro del calendario sanitario en bovinos tenemos vacunas obligatorias, como el caso de aftosa y brucelosis, y otras de manejo que se implementan a criterio del veterinario actuante, según la zona y los antecedentes del campo”, indicaron desde el organismo.
Sin embargo, comentaron que existen vacunas que se pueden aplicar a la vaca antes de su embarazo: una de ellas puede aplicarse previo al servicio, para prevenir abortos; mientras que otra se aplica en el último tercio de gestación, para lograr una buena inmunidad futura del ternero.
Remates Feria
Por otro lado, sugirieron planificar con anticipación la etapa del destete, para minimizar el impacto de este proceso en el ternero. Al respecto, recomendaron que previo a separar a la vaca del ternero, se debe considerar la castración de los ejemplares machos, la colocación de caravanas, la desparasitación y la vacunación de este último animal.
“En el caso del control de parásitos internos (desparasitaciones), es el momento adecuado para hacerlas ya que los terneros empiezan a mordisquear el pasto, con lo cual la posibilidad de levantar formas infestantes de nematodes, trematodes y cestodes es cierta. Además, la categoría más sensible a las endoparasitosis son los novillitos y vaquillonas en recría, entonces un manejo previo de las cargas parasitarias es deseable”, advirtieron desde el INTA.
En sintonía, desaconsejaron utilizar endectocidas, ya que este compuesto controla parásitos tanto internos como externos y combaten, por ejemplo, las garrapatas. Sin embargo, es necesario que los terneros, en su primer año de vida, tengan contacto con este parásito para que adquieran cierto grado de resistencia a su infestación.
Las vacunas que se le pueden aplicar al ternero en sus primeros meses de vida servirán para reforzar la respuesta inmune que hayan adquirido con el calostrado, y en el caso de que las madres no hubiesen sido vacunadas, serán su soporte inmunitario a futuro. Al respecto, el INTA recomendó que al menos un mes antes de que el ternero sea destetado se le apliquen las vacunas que previenen el “síndrome respiratorio en bovinos” y “clostridiales”.
Y agregaron: “Otra vacuna de suma importancia en nuestra región, es la destinada a la prevención de ‘la tristeza bovina’ (Babesiosis y Anaplasmosis bovina), enfermedad con un alto impacto por enfermedad y mortandad en animales adultos. El momento clave de vacunación es entre los 6 y 9 meses de edad. No debemos pasar por alto que estamos en zona de rabia paresiante, por lo que el esquema vacunal debería contemplar la vacunación anual de todo el rodeo. En el caso de terneros, puede hacerse un refuerzo a los 6 meses”.
Sin embargo, se destacó que los esquemas y momentos de vacunación debe ser consensuado con el veterinario particular de cada establecimeinto establecimiento.
Por lo general, en el noroeste argentino la época del servicio en bovinos (en la cual se busca que la vaca quede preñada) se da entre enero y marzo. No obstante, este proceso puede adelantarse, por cuestiones climáticas, a noviembre y extenderse hasta abril.
Considerando estos tiempos, el grueso de las pariciones tendrían lugar entre septiembre y noviembre. Asimismo, el destete debería realizarse entre mayo y junio del 2023, cuando los animales tengan entre 6 y 8 meses de vida.
