El INTA brindó detalles sobre cómo calibrar las máquinas para reducir las pérdidas
La siembra es un momento clave y es importante tener eficiencia a la hora de trabajar la tierra. En este sentido, desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria brindaron recomendaciones para las prácticas de manejo, la correcta graduación de la distribución y la profundidad, para reducir el impacto económico.
Una buena configuración permitirá que las semillas aprovechen todos los recursos de la tierra. “Ajustar las prácticas en la siembra permitirá alcanzar un éxito mayor”, explicó el especialista del INTA Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Hernán Ferrari.
Para ello, Ferrari destacó la importancia de verificar el estado de la sembradora al menos un mes antes de iniciar la siembra. “Con esta estrategia podremos identificar una emergencia desigual de plántulas o una mala distribución de las semillas y evitar estos problemas”, explicó Ferrari.
Otro punto importante que resaltó fue la profundidad y la distribución. En relación a la profundidad, comentó que se puede ver afectada por una calibración inadecuada de la profundidad de la cuchilla, un tren de siembra inestable, el desgaste de los discos plantadores, la falta o deficiencia del elemento contactador y la inadecuada regulación de las ruedas tapadoras.
Por su parte, explicó que una mala distribución del material se da debido a un tubo de bajada de semillas inadecuado, una velocidad de avance excesiva, un tren de siembra nervioso, una incorrecta elección del vacío del dosificador o semillas excesivamente descalibradas.
“Una incorrecta regulación del sistema de dosificación, más un tubo de bajada de semillas inadecuado, favorecerán a la generación de dupletes y fallas en las semillas siguientes”, comentó Ferrari.
También comentó que utilizar dosificadores de última generación, que permitan sostener esa semilla independientemente de la densidad junto con tubos de bajada curvos que copien en función a cómo está siendo liberada la semilla por ese distribuidor, aporta a que no haya complicaciones.
Escasez de agua
Ante este inconveniente, Ferrari comentó que será fundamental tomar recaudos para aprovechar al máximo la justa o poca agua que el suelo logró contener en su perfil. “Lo primero que se deberá tener en cuenta es el cultivar a sembrar. Es importante seleccionar aquellas variedades o híbridos con mayor fuerza de emergencia”, destacó.
Además, añadió que permitirá realizar la siembra a una mayor profundidad que la normal, en búsqueda de la humedad necesaria para la pronta germinación de las simientes, pero con emergencia asegurada. “Cultivares de alta fuerza de emergencia, como el trigo, permiten realizar siembras de hasta cinco centímetros de profundidad, dependiendo de la textura del suelo, con un excelente stand de plantas logradas”, sostuvo.