Desde CREA advierten que se viene una nueva campaña que requiere más inversión; los factores que inciden sobre el negocio agrícola
Un relevamiento de CREA mostró que para sembrar los cultivos en la nueva campaña se requiere entre 20% a 50% más de capital que en 21/22, siendo los más afectados los cereales de invierno, donde el aumento en fertilizantes y fitosanitarios es en torno a 80% y las semillas cerca de 30%.
«Esto se debe a que los mayores incrementos en los precios de insumos sucedieron posterior a la siembra del ciclo pasado», explican.
Costos de siembra 2022/23
En tanto, para los cultivos de verano, teniendo en cuenta la problemática del combustible que se registran en plena cosecha gruesa 21/22, habrá que ver cómo evoluciona el costo de los servicios pesificados. A la fecha, se proyectan costos de implantación mayores en 22/23 vs 21/22 (de 20% a 30%). Recordemos que en la siembra pasada ya se habían registrado parte de los aumentos de la presente escala de precios.
El porcentaje promedio de los costos de implantación a financiar planificado es de 34,6%, valor similar a los últimos cuatro años. Se resalta que las regiones más afectadas por sequías e incendios son donde las empresas requerirán más financiamiento para abordar los costos de implantación en 22/23.
Factores de impacto sobre el negocio agrícola:
- Señales externas: la guerra entre Rusia y Ucrania agrega volatilidad a un mercado internacional firme, no sólo en el corto plazo mediante la oferta comercial, sino también en el mediano plazo con incógnitas en la reactivación productiva de los países para la campaña 22/23. Por el momento, el precio de todas las commodities agrícolas se mantienen en valores históricamente altos, siendo superados en la mayoría de los casos, sólo por los precios acontecidos durante el 12/13. Según el panorama actual, no se esperarían grandes cambios para la soja, el maíz y el sorgo, mientras que para los cereales de invierno y el girasol, podría haber alguna variación positiva.
- Señales internas: desde dic-21 rigen los “volúmenes de equilibrio (VE)” para trigo y maíz y limitan el aprovechamiento del contexto internacional de precios. Además, DD.EE., las restricciones cambiarias y comerciales, son un condicionante que disminuyen ingresos en el corto plazo y pueden poner en riesgo la sostenibilidad de las empresas en el largo plazo. Para el ciclo 22/23, incrementa la intención de los empresarios de destinar más has de la rotación a los cultivos de invierno: aumentan los cultivos de servicio y cebada, en detrimento del trigo.
- Negocio: mientras que los precios de los granos se mantienen altos, se debe tener en cuenta que también incrementaron los valores de los costos productivos. Para la campaña 22/23, los costos de implantación del trigo y la cebada aumentaron cerca del 50% respecto a la campaña 21/22. En tanto para los cultivos de verano, de mantenerse el precio de los insumos actuales, se esperarían incrementos de 20% a 30% en los costos de implantación intercampaña. Es clave realizar el ejercicio de analizar las decisiones de inversión incorporando las diferentes variables del negocio, en este caso en particular para los bienes de cambio como granos en stock son las cotizaciones de posiciones futuras, la inflación, el tipo de cambio, etc.