El Gobierno decidió postergar por 60 días el aumento de los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono. El Ejecutivo argumentó que busca estabilizar el precio en un producto que es inelástico.
A través del Decreto 561/2022, se estableció que los incrementos pactados para agosto se apliquen en octubre. El artículo 1 señaló que los incrementos en los montos de los impuestos fijados que resulten de las actualizaciones correspondientes al primer y segundo trimestres del año 2021, surtirán efectos a partir del 1 de octubre de 2022, inclusive. La medida alcanza a la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil.
Por su parte, establece que los montos de los impuestos que resulten de las actualizaciones correspondientes al tercer y cuarto trimestres de 2021 y al primer, segundo y tercer trimestres del año 2022 surtirán efectos a partir del 1 de enero de 2023, inclusive. De esta manera se prorrogó una parte de las actualizaciones para el próximo año.
El Gobierno argumentó que se tomó esta decisión al tratarse de impuestos al consumo y que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica. De esta manera, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles.
Además, señalaron que esta medida tiene el fin de asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios. Cabe destacar que este mes se dio el último aumento en los combustibles y fue del 7,5 % en promedio. Con estos nuevos precios, en los últimos 12 meses la nafta aumentó un 32 %, mientras que el gasoil un 55 %.