Las exportaciones argentinas totalizaron 80 mil toneladas equivalente carcasa (tec) en julio, nivel muy similar a las 82 y 84 mil de mayo y junio. Esto será más cierto cuando se revisen los datos de julio, momento en que siempre se recogen incrementos de entre 1 y 3 mil toneladas sobre las cifras preliminares.
Este nivel supera al del trimestre anterior (feb-abr) en 18% y al mismo trimestre del año pasado en 28%, cuando ya habían comenzado a aplicarse restricciones.
La parte vacía del vaso es que, virtualmente, casi todo el incremento se compone por ventas a China. Y como las ventas de carne de novillo están restringidas, la conclusión es que estos aumentos se deben a las ventas de carne de vaca inferior, que están liberadas.
En efecto, de los aumentos señalados, las mayores ventas a China representan entre el 85 y el 95%, según el período de comparación que se elija.
No está mal exportar más carne de vaca a China, siendo esta demandada a buenos precios (en la época en que concretaron las operaciones que ingresaron a China en julio, es decir, unos dos o tres meses antes) y tratándose de una estación en que la oferta de ese tipo de vacas es mayor.
El tema de la parte vacía del vaso es que estas mayores exportaciones no permiten consolidar o ampliar la presencia de la carne argentina en otros mercados, los que, como se desprende de lo anterior, no tuvieron cambios en el volumen, en el balance.
Análisis por mercado
Limitando las comparaciones con el trimestre feb-abr 2022, para evitar llenarse de números similares, vemos que las 8 mil t peso embarque mensuales que se registran de incremento en este último trimestre corresponden a los siguientes destinos más relevantes:
- China cong s/h + 9.900
- China cong c/h + 600
- Israel enfriado + 200
- EE.UU. enfriado + 100
- UE (enfriado y congelado) – 100
- EE.UU. congelado – 400
- Chile enfriado – 600
- Israel congelado – 1.300
Es decir, fuera de China, hay contados mercados con algún incremento y varios con fuertes retrocesos.
Los precios todavía eran buenos
El precio medio por tonelada en julio, que comprende operaciones pactadas entre mayo y principios de junio, se sostenía en buenos niveles.
El precio promedio FOB por tonelada fue de USD5.800, bastante cerca del récord cercano de abril, de USD6.300.
Si hacemos las comparaciones con una base fija de los principales destinos, para evitar que cambios en los envíos distorsionen el precio medio, vemos que los USD6.800 de julio también siguen de cerca a los USD7.000 de abril, récord de muchos años.
El valor de julio sigue estando entre los más altos de los últimos años, como se ve en este gráfico.
Es posible que las advertencias conocidas en mayo acerca de la caída de los precios externos se vean mejor reflejadas a partir de los datos de agosto. Aunque también pensamos que los valores no cayeron tanto como se temía tres meses atrás, en líneas generales.
Expectativas para el fin de 2022
Si no cambian las regulaciones en materia de exportación, no será posible sostener estos niveles de ventas al exterior ya que el factor incremental es la carne de vaca, cuya disponibilidad disminuye a medida que nos vayamos adentrando en la primavera y marca un mínimo cerca de fin de año por cuestiones propias del ciclo productivo.
Con lo que no se pueden proyectar estas cifras livianamente hasta completar el año calendario.
Los embarques mensuales se irán ajustando gradualmente a la cantidad esperable con la actual regulación, que son unas 65 mil tec.
Por lo tanto, 2022 podrá acumular 800-850 mil tec, una cifra apenas mayor que la de 2021, cuya segunda mitad estuvo afectada por la intervención del gobierno.