El instrumento que implementó el Banco Central de la República Argentina no resultó lo esperado. El dólar-soja tuvo como objetivo incentivar al productor a vender sus granos, pero solo se consiguió operaciones por $ 2600 millones.
Tras la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía, el Gobierno señaló que este instrumento no fue efectivo y que debían mejorarlo. Para ello, el área técnica de la Secretaría de Agricultura, Economía y la Mesa de Enlace compartieron reuniones para alcanzar un consenso.
El propio secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, comentó días atrás: “La herramienta no fue efectiva ni asertiva porque la liquidación fue muy poca. Tenemos que reformular esta herramienta y estamos trabajando”.
Fuentes del BCRA señalaron que la utilización de la cuenta 70/30 para los productores que vendan soja se potenció después de conocerse que el jueves pasado el Directorio del BCRA no había prorrogado la vigencia de la medida. “El viernes se registró el pico con 35 operaciones por casi $900 millones, duplicando lo acumulado hasta ese día. El lunes (48 operaciones) y martes (83 operaciones) se potenció el uso del instrumento, hasta alcanzar casi 240 operaciones por $2600 millones”, aclararon. Además, destacaron que los productores solo compraron divisas por un 25% de la posibilidad”.
Las conversaciones continúan, pero no hay novedades de un nuevo sistema. En esta oportunidad, los productores piden ser parte del diseño, ya que la herramienta actual fue ineficiente.
Cabe destacar que desde que se implementó, el campo apuntó contra esta herramienta por ser burocrática, engorrosa, entre otros puntos. Al mismo tiempo, los productores señalan que es complicado desprenderse de los granos en este contexto inflacionario, porque luego los insumos los compran a un dólar que no es el oficial.
El presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, comentó: “El esquema de venta de soja que propuso el Banco Central fracasó, por eso le solicitamos un nuevo esquema que sea de fácil instrumentación y que los valores sean los que recibe un productor en cualquier parte del mundo”.
En este sentido, Pino sostuvo que en Argentina se cobra un tercio del precio internacional, el otro tercio corresponden a derechos de exportación y el otro, se lo lleva la diferencia en el tipo de cambio. “Estas semanas desde el gobierno han generado una mayor incertidumbre y una retracción muy fuerte en la comercialización del producto”, concluyó.