Un informe técnico revela qué paso con los márgenes de la cría, el ciclo completo y la invernada a partir de los incrementos registrados desde fines de enero y cómo se ubican en relación a los últimos diez años. También muestra en qué proporción, los aumentos se trasladaron al mostrador.
La suba del precio de la hacienda registrada entre fines de enero y febrero abrió una serie de dudas sobre el impacto en los márgenes ganaderos: ¿Fueron suficientes para recomponerlos? ¿Cómo quedan ahora la cría, el ciclo completo y la invernada?
Estas preguntas son respondidas en el informe de marzo de Resultados Ganaderos, elaborado por la Coordinación de Análisis Pecuario de la Subsecretaría de Ganadería de la Nación, que además reveló si esos aumentos en pie se trasladaron por completo a los consumidores.
En ese sentido, la Coordinación analizó la evolución de los márgenes brutos en el período que va de junio de 2011 a febrero de 2023, tomando los modelos más característicos de cada actividad ganadera, esto es: Cría en Cuenca del Salado (Modelo base), Invernada en Región Subhúmeda (Modelo de alta producción) y Ciclo Completo en Córdoba. Todos los márgenes fueron expresados en moneda constante (pesos de febrero de 2023) y se utilizó el IPIM (INDEC) para realizar el ajuste.
Para la cría, aunque mejoró la situación, la recuperación de los precios del ternero fue insuficiente y los márgenes de febrero (a moneda constante) son 31% menores que el valor máximo (marzo 2022) y están 4% por debajo del promedio de la serie.
En el ciclo completo, el panorama es similar: el margen actual es 1% menor que el promedio de los últimos diez años, y está un 33% por debajo del valor máximo de la misma (abril 2022).
En la invernada es donde mejor se evidencia la recuperación de los precios, el margen actual pasó a estar un 46% por encima del promedio de la serie. El promedio anual en moneda constante de 2022 fue de 39 mil pesos, por lo que los 87 mil de febrero marcan la diferencia.
¿Le llegó la suba al consumidor?
La Coordinación también evaluó en qué medida la suba del precio de la hacienda se trasladó al mostrador.
Para ello, analizó el comportamiento desde enero del 2020 del novillo y del novillito/vaquillona, comparado con ternero de invernada, índice de precios al consumidor y precio de la res bovina minorista expresados como Índice Base diciembre 2019=100.
El resultado se puede apreciar en los siguientes gráficos.
A contramano de lo que se pudiera suponer, “en los dos primeros meses del año el aumento del precio integrado de la res bovina minorista alcanzó un 30% trasladándose en gran proporción los aumentos en la hacienda terminada que se registraron a partir de la última semana de enero”, concluyó.