Mercado de granos, sustentabilidad, comercio exterior y reforma impositiva protagonizaron el tradicional seminario de la Fundación Producir Conservando (FPC).
En un contexto de cambio en el escenario productivo y comercial, una fuerte presión ambiental internacional, sumada a la presión impositiva más alta de la región en la historia, el pasado jueves la Fundación Producir Conservando (FPC) realizó el XXVI Seminario Anual con el fin de analizar los factores que atentan contra la competitividad del sector agroindustrial y proponer políticas, especialistas compartieron su visión sobre diferentes aspectos que hacen a la famosa competitividad, y no siempre se tienen en cuenta.
Bajo el título: “Los desafíos del sector Agroindustrial para recuperar la competitividad” el seminario planteó una mirada a largo plazo y a no estar enfocado solo en la coyuntura. Se tocaron temas relevantes, básicamente en relación a la agroindustria, desde la óptica de la competencia internacional, y también desde las oportunidades mundiales que son muy buenas.
En este sentido, el analista y consultor, Gustavo López, en diálogo con Agrofy News, resaltó: “Vemos una posibilidad de inserción de Argentina cada vez más importante y está en condiciones de jugar en primera, pero habrá que hacer una serie de deberes que no son menores”.
La lista de tareas
López se refirió al comercio mundial de granos y resaltó que aparecen nuevos actores irrumpiendo en el mercado. Del lado de la oferta, países como Rusia, Ucrania y Kazakjstan son nuevos actores que volcarán importantes volúmenes al comercio internacional en los próximos años, sumados a un Brasil cada vez más importante; del otro lado, la demanda se da desde India, China, sur y norte de África.
En este escenario, López, advirtió:“Los oferentes son cada vez más agresivos, mantienen un proteccionismo importante y con subsidios que no son menores, con lo cual habrá que competir en ese esquema”. En este sentido, se refirió a la necesidad de trabajar sobre el famoso“costo argentino”, no sólo en lo que tiene que ver con infraestructura que ya se está avanzando, sino también en todo el esquema de competitividad.
La brecha tecnológica también influye a la hora de competir en el comercio mundial. Según López, todo lo que tiene que ver con nuevas tecnologías, biotecnologías hacen que los rendimientos de los cultivos crezcan paulatinamente. En la tabla de posiciones, la Unión Europea ha sido líder en el rendimiento de trigo, China está cerca de la UE, Rusia e India con niveles bajos se empiezan a posicionar y Argentina ha crecido bastante. Por su parte, Estados Unidos es líder en el rendimiento del maíz y le sigue Argentina. En soja, los tres líderes mundiales están a la par.
Buscando acuerdos
“Argentina es uno de los países más cerrados del mundo, lo que se traduce en un desempeño exportador limitado y muy inferior al potencial”, así lo expresó Marcelo Regúnaga al inicio de su exposición. En este sentido, se refirió a la necesidad de inserción de Argentina en el contexto mundial, pero mediante tratados de libre comercio. Al respecto, Regúnaga, fue claro y contundente: “Argentina ha firmado tratados de libre comercio muy pequeños, y buena parte de nuestros competidores si han firmado tratados con potenciales mercados”.
El ingeniero insistió en la importancia de los tratados de libre comercio ya que tienen un impacto relevante en la competitividad de los países. “Argentina enfrenta muchas barreras de acceso a los principales mercados, por lo cual, tenemos que ser muchos más competitivos que el resto del mundo, para acceder a los mercados”, enfatizó.
Al ser consultado por Agrofy News, López, expresó: “Tenemos una gran limitante que es el Mercosur, porque entre nosotros somos más competitivos que complementarios, por lo cual, habría que pensar en algún análisis más complementario con otros esquemas de integración”.
En tanto, al referirse al acuerdo Mercosur-UE, desde el punto de vista agropecuario, López señaló que “a priori no resulta demasiado interesante por el hecho de que ellos tienen una situación agroindustrial excedentaria”. No obstante, agregó: “Es importante más que nada para generar lo que es un nuevo marco de acuerdo y a partir de allí el ingreso de otros países”.
Una buena para el agro argentino
Saliendo del molde, la FPC dedicó un panel a la sustentabilidad en la agricultura argentina y su incidencia en la competitividad. Lo interesante es que el agro argentino en materia ambiental se encuentra en una posición privilegiada.
Según expuso, Ernesto Viglizzio, China se presenta como el gran transgresor ambiental, hay otros países complicados como Paraguay en cuanto a la erosión de suelo, y Francia que está utilizando demasiado fertilizante nitrogenado. Por su parte, Brasil ha transgredido los límites en lo que hace a efecto invernadero por deforestación.
“Argentina en comparación con todos esos países tiene un comportamiento muy satisfactorio”, apuntó Viglizzio. A su vez, reconoció que “si bien tenemos impactos ambientales, tienen poca relevancia cuando se compara a escala mundial”.
En tanto, Regúnaga, advirtió: “Las barreras ambientales son las nuevas amenazas que tenemos en el comercio mundial”. En base a lo expuesto, en términos relativos, Argentina es el país que presenta en sus tierras de pastoreo el balance de carbono más favorable. Es por esta razón que para Viglizzio y Regúnaga imponer sanciones o restricciones a nuestro sector agro alimentario por su huella de carbono y su huella hídrica sería insensato ya que las mismas no alteran la ecuación global de emisiones gases de efecto invernadero y de uso del agua.
De nunca acabar
Como frutilla del postre, Juan Llach habló sobre la reforma impositiva y el proyecto que presentaron al Ministerio de Hacienda, el año pasado junto a la FPC.
El economista aseguró que “ningún país comparable con la Argentina tiene un sistema impositivo tan contrario como el nuestro a la inversión, al desarrollo y al progreso social”, al tiempo que celebró la decisión del Gobierno de avanzar con una reforma.
En este sentido, enumeró los cuatro problemas principales del actual sistema tributario: excesiva presión impositiva, alta evasión, carga tributaria contraria a la inversión y a la competitividad y, finalmente la baja recaudación y mala calidad de los impuestos progresivos.
Frente a este escenario, se refirió a la propuesta presentada, la cual está enfocada en atacar a fondo los impuestos distorsivos reduciendo el impuesto inflacionario, tomando como pago a cuenta de ganancias el gravamen a los créditos y débitos bancarios, saneando el IVA de la acumulación permanente de saldos técnicos y otras distorsiones y, reemplazando ingresos brutos de las provincias y gravámenes similares de los municipios por un impuesto a las ventas finales de consumo y mayor recaudación del inmobiliario, en este último punto, ya avanzan Córdoba y ambas Buenos Aires.
A modo de reflexión, Gastón Bourdieu, presidente de la FPC, al cierre del seminario, subrayó: “Encontramos en este Gobierno la vocación de dialogar, nunca en veinte años nos dieron tanta bolilla”, y agregó: “Lo que nos tenemos que llevar de acá es lo que debemos que hacer.Tenemos que cambiar la situación de la pobreza, por cada remo que demos, el primero tiene que ser para la pobreza”.