El negocio mundial de trading de granos ha crecido, durante los últimos 100 años, bajo la dominancia de las ABCD (ADM, Bunge, Cargill y Dreyfus) .
La evolución histórica del negocio de trading desde la mera compraventa de granos a la participación activa en la cadena de valor granaria (terminales portuarias, silos, transporte, procesamiento de alimentos, biocombustibles, financiación, etc.) ha convertido a estas empresas en gigantes que facturan más de U$S 250 mil millones por año.
Sin embargo, el modelo de negocios tradicional de trading de granos ha entrado en crisis según ha reconocido Gert-Jan van den Akker, Presidente de la División Supply Chain de Cargill: “Este modelo se ha terminado”. En el mismo sentido, el Presidente de Global Trade de ADM expresó que es “anticuado”.
Las ABCD han sido víctimas de cuatro factores que se han concatenado para erosionar su poder y sus márgenes de ganancia. La aparición de nuevos jugadores de talla global, el desarrollo de competidores locales, nuevas tecnologías de almacenamiento y la democratización de la información han mermado gradualmente la prevalencia de estas empresas a lo largo de las últimas dos décadas.
La irrupción de pesos pesados como Glencore, la mayor empresa de commodities del mundo con una facturación superior a U$S 220 mil millones y con declaradas ambiciones en el negocio agrícola así como COFCO, gigante estatal china con proyección global y con deseos de convertirse en la número uno del mercado, ha intensificado los niveles de competencia tradicional en el mercado.
Por otra parte, el desarrollo de jugadores locales de menor talla pero que con flexibilidad, rapidez y ofertas diferenciadas están más cerca del productor en la captación del grano se ha convertido en un dolor de cabeza para las grandes a la hora de fidelizar clientes.
La tecnología en el almacenamiento de granos, ya sea en silo-bolsas o en silos de bajo costo, ha permitido a los productores decidir el timing de la entrega de granos con la consiguiente optimización de precios en detrimento de los traders.
Finalmente, el amplio acceso a información sobre los mercados (precios, clima, rendimientos, oferta y demanda) así como a los distintos instrumentos de fijación de precios y cobertura ha jugado de manera democrática a favor de los agricultoresquienes se encuentran en mayor condición de igualdad con los traders a la hora de manejar información para vender o fijar los precios de sus cosechas.
La búsqueda de rentabilidad ha generado dentro de las ABCD tanto integración vertical como expansión a negocios adyacentes. Sin embargo, las inversiones realizadas por las ABCD conllevan períodos de repago largos que llegan hasta los 25 años por lo que cambiar el rumbo de negocios frente a los nuevos condicionamientos del mercado resulta muy difícil.
A este complicado panorama se suma la incertidumbre de un potencial escalamiento del conflicto comercial chino-americano que colocó a la soja en el ojo de la tormenta y que ha tenido al sorgo como primera gran víctima con consecuencias negativas para la rentabilidad de los grandes traders.
Bunge aparece -prima facie – como la más alicaída de todas. Sus últimos resultados han sido muy pobres debilitando la posición de la compañía y han abierto las puertas a una potencial concentración de la industria.
Sin embargo, las negociaciones no han llegado a buen puerto todavía. Las primeras tratativas entre Bunge y Glencore quedaron en el archivo mientras que las recientes discusiones de Bunge con ADM, muy interesada en expandir su presencia en Brasil y Argentina, se han ralentizado.
La combinación ADM-Bunge no solo crearía un gigante de más de U$S 100 mil millones con un tamaño similar a Cargill sino que le daría un dominio muy importante en EE. UU, por lo que la cuestión anti-trust es muy difícil de superar.
La complejidad de la integración supera a la reciente operación Bayer-Monsanto. Esta noticia es música para los oídos de Glencore que mantiene interés en retomar conversaciones con Bunge. En todo caso, parece ser que la única salida para los problemas de las grandes es una concentración aún mayor.
Fuente: El Clarin