En octubre de 2017, el gobierno nacional implementó la desregulación en el mercado de los combustibles, con el objetivo de dejar en manos del mercado la evolución de su precio. Desde ese momento, se registraron cuatro subas en su valor, situación que generó un fuerte impacto en la cadena agroindustrial.
Las entidades que representan a los productores han tomado nota de esta situación. Según la Confederación de Rurales Argentinas (CRA), la última suba del gasoil del 3% significa para la el sector un costo extra de 1.500 millones de pesos.
De acuerdo a un trabajo elaborado por los confederados, Argentina se ubica en cuarto puesto de los países de la región en precios de combustible. La situación de mercado desregulado para el combustible lleva poco tiempo de implementación en Argentina, y los factores de mayor incidencia para la suba de los combustibles son tres: el precio internacional del barril de crudo, la cotización local del dólar y el precio del bioetanol.
Más allá de esta posición en el ranking, compuesto por 35 países, desde CRA sostienen que los impuestos tienen una alta incidencia en el precio final del combustible. Según calcularon, del total abonado en una factura de gasoil, el 64% es carga impositiva, que corresponden a conceptos no gravados, IVA e Ingresos Brutos. “De los 1.500 millones de pesos del impacto, 960 millones son impuestos”, aclararon.
En este sentido, manifestaron que “como productores esperamos ver los frutos de esta política de desregulación, y que se manifieste en una baja de costos a futuro, lo cual entendemos fue el espíritu de esta medida”, agregaron desde la entidad.
Por su parte, desde Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), sostuvieron en su último informe mensual que el costo del transporte registró un aumento del 8,6% en el primer trimestre de 2018. Los principales rubros que impulsaron esta suba fueron seguros, peajes y personal.
En el caso de los peajes, destacaron que aumentaron un 22% en los últimos meses, mientras que los combustibles acumulan una suba del 24% desde octubre del año pasado. En este escenario, destacaron que el sostenido aumento de los costos para transportar mercadería en el país redobla la presión sobre el sector y tiene el agravante de sumar una carga impositiva del orden del 40% que afecta la competitividad y el crecimiento de las empresas.