La hipomagnesemia es un desorden metabólico de los rumiantes, que ocurre en regiones templadas, con clima frío y húmedo y en sistemas de producción que basan la alimentación del ganado en el pasto. Según el Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado del INTA Balcarce, en el sudeste bonaerense, esta afección posee un índice de mortandad del 4 al 5% en los rodeos afectados.
Germán Cantón, integrante del grupo de trabajo de Sanidad del INTA Balcarce, manifiesta que la hipomagnesemia es una enfermedad de la producción que afecta a vacas que están gestando, o con un ternero al pie. Estos son momentos críticos para la demanda de magnesio, y como el animal no tiene capacidad para movilizarlo de sus reservas, es necesario suministrarlo todos los días con la dieta.
“Es fundamental que durante el último tercio de la gestación, que es cuando la vaca requiere la mayor cantidad de magnesio para finalizar con la formación y crecimiento del feto, y hasta el pico de lactación, que es cuando va a perder una gran cantidad de magnesio por leche, nosotros nos aseguremos que esté recibiendo la suplementación de magnesio adecuada” aclara el profesional.
Es muy importante que durante el preparto y el postparto de la vaca de cría, el productor esté alerta para prevenir la hipomagnesemia.
Ernesto Odriozola, responsable del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce, subraya la importancia del control en los animales “ya que uno piensa que cuanto más gorda la vaca mejor, y la realidad es que cuanto más gorda está más magnesio necesita”.
También, recalca, que en esta época del año es cuando los pastos menos magnesio tienen. Es por esto que, como medidas de manejo, hay que tener en cuenta que el animal no debe llegar con exceso de peso al momento de la parición.
Siempre es preferible efectuar una restricción programada para no llegar con una vaca gorda a la parición, reservando una pastura de otoño, para cuando el animal tenga mayores requerimientos durante la lactación. Para prevenir, podemos poner a disposición del animal sales de magnesio, y un suplemento de fibra, ya sea fardos o rollos.
Es muy importante que durante el preparto y el postparto de la vaca de cría, el productor esté alerta para prevenir la hipomagnesemia.
Detección precoz
Los signos observados en los rumiantes, coinciden ambos especialistas, son: agresividad, marcha tambaleante, temblor muscular, convulsiones y muerte. “Sin embargo, dadas las condiciones extensivas de nuestros sistemas de producción, lo más habitual es encontrar los animales muertos, sin que antes se hayan observado signos evidentes”, comentó Cantón. Como prevención, sostiene que hay que suministrar a la vaca suplementación con magnesio en comederos mezclados con otros alimentos, en el agua de bebida o piedras para lamer. Y agrega “los productos inyectables no sirven como preventivos para la deficiencia de magnesio, sólo deben ser usados como curativos, cuando el animal ya está caído, afectado por hipomagnesemia”.
Odriozola brinda una serie de recomendaciones para poner en práctica ante una situación de hipomagnesemia:
-Aumentar la frecuencia de recorridas en el período de riesgo con el objetivo de detectar tempranamente los animales con signos y poder tratarlos a tiempo.
-Como único tratamiento para estos animales se recomienda el suministro de una fuente energética (maíz, por ejemplo, acompañado de compuestos precursores de glucosa por vía parenteral) y una fuente de magnesio inyectable.
-Cambiar a los animales de potrero si es posible. De lo contrario suplementar con sales de magnesio por vía oral.
-También se debe asegurar una adecuada hidratación del animal.