Después de un 2017 positivo, este año los números para la producción de cerdos vienen desmejorando. Los números se deterioraron sensiblemente, sin piso, hasta junio. La dinámica de los costos es «mucho más rápida» que la de los ingresos: 60% en el último año frente a 21% de mejora de precios.
Los datos se desprenden del monitoreo que el Ieral realiza en diferentes tipos de granjas de producción intensiva de cerdos. Un trabajo de Juan Manuel Garzón y Valentina Rossetti describió que la devaluación de los últimos meses está generando más costos que beneficios en la actividad, al menos a corto plazo.
«El sector no es todavía exportador, depende completamente del mercado interno, actualmente muy bien abastecido, así que la devaluación no mejoró los ingresos. Mientras que, por el lado de los costos, muchos rubros se encuentran dolarizados, particularmente los que tienen que ver con la alimentación animal», señalaron los técnicos y agregaron el impacto negativo de la reducción de la alícuota de IVA sobre la cadena del cerdo que, en un contexto de márgenes nulos o directamente negativos, genera un costo financiero que se convierte en económico hasta tanto la rentabilidad se recupere.
El relevamiento marcó que en junio último una granja de 250 madres y eficiencia baja registró un margen neto (ingresos descontados todos los costos) de -$6,8 por kilo producido si se considera una localización en el sur de Córdoba (Malena) y de -$8,3 si el emplazamiento es Rosario. Incluso sin imputar amortizaciones, estas granjas pierden recursos (-$2,1/kilo y -$3,6/kilo, respectivamente).
Los establecimientos de mayor escala y eficiencia, y alejados de la zona Rosario, mantuvieron sus márgenes en terreno positivo hasta mayo. Un emplazamiento de 500 madres y alta eficiencia en Malena tuvo margen de $0,0 por kilo en junio (+$3,2 si no se descuentan amortizaciones). La misma tipología pero en Rosario perdió dinero, con un margen neto de -$1,3 por kilo producido (+$1,9 si no repone capital depreciado).
El informe enfatizó que la actual crisis es «más profunda» que la de 2016. En el primer semestre de ese año la granja de menor escala y baja productividad en el sur de Córdoba acumuló cinco meses consecutivos de márgenes negativos. En junio de 2016 el margen neto, medido a precios de hoy, era de -$5,3 por kilo, una pérdida un 20% menor a la actual. En el caso de la granja de mayor escala y alta productividad, a mediados de 2016, tenía un margen neto levemente positivo ($0,9), mientras que este año se ubica en $0.
Un factor que agrava el escenario es la reducción de la alícuota de IVA del 21% al 10,5% en la venta de productos vinculados a la cadena (capón, cortes de carne), que rige desde febrero y que está generando importantes saldos a favor del productor (adelantos de impuestos).
En junio pasado, los 16 casos que se monitorearon (diferentes granjas, localizaciones, formas de aprovisionamiento del alimento) tuvieron saldos negativos de IVA (a favor del productor) en su operatoria habitual, con valores que van desde -$0,12 por kilo producido (la situación más favorable, la de una granja de 500 madres y eficiencia alta que dispone del maíz y elabora expeller de soja a fasón) hasta los -$1,96 por kilo en el caso más desfavorable (de 250 madres y eficiencia baja radicada en Rosario, que adquiere maíz y expeller de soja en el mercado).
Por: Gabriela Origlia