Las posibilidades para el crecimiento de la ganadería argentina en la próxima década son importantes: las exportaciones podrían evolucionar un 180% hasta 2027 y, obviamente, estarían acompañadas de una mejora de la producción de alrededor de 29%. Los datos se desprenden de una investigación de la Bolsa de Comercio de Rosario y el Mercado Ganadero (Rosgan) a cargo de los especialistas Raúl Milano y Julio Calzada.
Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), las exportaciones podrían pasar de 280.000 toneladas en 2017 a 517.000 en 2027 (crecimiento interanual de 85%). Por su lado, la OCDE y la FAO proyectan que las ventas al exterior de nuestro país podrían pasar de 300 mil toneladas a 622.000 en el mismo período (toneladas de res con hueso). Así, el alza interanual sería del 107 por ciento.
Para el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), las exportaciones del 2017 alcanzaron los US$1298 millones (24,1% más que en 2016) por el mayor volumen vendido (32,5% más), no por una mejora de precios (el promedio cayó 6,3% inferior al de 2016).
La investigación de la Bolsa rosarina y el Rosgan proyecta que las exportaciones de carne vacuna pasarían de 312.000 toneladas el año pasado a 870.000 toneladas en una década; una mejora de 180%, el doble del promedio de las estimaciones de la OCDE-FAO y el USDA. En ese cálculo la tasa de crecimiento anual acumulativa es de 11%. «Un verdadero shock positivo de exportaciones», señala el trabajo.
Para los expertos, si en un año como 2017 hubo un crecimiento de 32,5% en los volúmenes vendidos al exterior, es factible alcanzar un alza de 180% en 10 años, ya que se parte de cantidades «relativamente modestas».
Para cumplir con las proyecciones de exportación, la producción de carne aumentaría 29%, superando los 3,6 millones de toneladas en 2027 (al 3% anual). En materia de consumo interno, el incremento rondaría 10% en una década; pasaría de 2,530 millones de toneladas el año pasado a 2,789 millones. La estimación coincide con la del USDA y la OCDE-FAO.
Razones
A la hora de analizar los factores que podrían traccionar el aumento en las exportaciones previsto, el informe menciona el antecedente de que en 2017 China fue el principal destino de las carnes argentinas en volumen con unas 96.000 toneladas; le siguieron Chile (27.000) y Alemania (22.000).
En relación a 2016, los destinos que más mejoraron fueron China y Rusia; más moderados fue el comportamiento de Chile y Brasil. Respecto de la Unión Europea, las alzas más fuertes fueron las de Italia y los Países Bajos. «Se espera que estos países sigan siendo compradores importantes», precisa el trabajo.
China genera expectativas positivas. Hay un «enorme potencial» para posicionarse como proveedor de «carne de alta calidad con excelentes precios». Los chinos consumen seis kilos de carne al año y pasarán a 8,1 kilos en 2027.
Se trata de un mercado de más de 1300 millones de habitantes que no se autoabastece y no podrá hacerlo a pesar de las iniciativas gubernamentales al respecto, al menos en el corto y el mediano plazo. En China hay 11 millones de pequeños productores con 53 millones de cabezas de ganado; la producción fue de 7,2 millones de toneladas de carne en 2016.
Datos de un estudio de la consultora Asian Agribusiness Consulting (encargado por el Ipcva) enfatizan que en el mercado chino coexisten sistemas de comercialización tradicionales (en los que se vende carne «caliente», casi sin cadena de frío) con una creciente venta en grandes supermercados y el boom del comercio electrónico, al tiempo que presenta diferencias culturales y gastronómicas muy marcadas en las diferentes regiones del país. La carne vacuna comienza a ser vista como proteína de muy alto valor en un mercado dominado por el consumo de cerdo.
Las ciudades más grandes, como Beijing, Shanghai y Guangzhou son las que más consumen carne (la mitad de la población la come una o dos veces por semana), mientras que en las más pequeñas sólo lo hace el 38%. En las grandes ciudades, asimismo, el 42% compra carne en supermercados modernos y no en los tradicionales.
Hay 16 países habilitados para exportar carne vacuna a China: Australia, Estados Unidos y Nueva Zelanda son los que más tiempo llevan trabajando en ese mercado; mientras que Argentina, Brasil y Uruguay aparecen como grandes jugadores de la venta de carne vacuna a «granel», para industria. Estos seis países representan en conjunto el 95% de la carne que importa China.
El 90% de la demanda china es carne congelada y sin hueso, quedando un pequeño nicho de carne fresca de alto valor que hoy ocupan Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. El año pasado importó 688.000 toneladas de carne, volumen que saltaría al millón de toneladas en menos de 10 años.
Covencidos de las oportunidades para las carnes argentinas, la Bolsa de Comercio de Rosario, Rofex y Rosgan señalan que instrumentaron una serie de herramientas para colaborar con ese crecimiento como el contrato de Futuros y Opciones sobre Índice Ternero Rosgan, que permite cubrir los precios de recompra de la invernada.
Es un contrato que ajusta por diferencias de precio (se cobra o se paga) y se ajusta contra el Precio Índice Rosgan de la categoría terneros subastados en sus rondas mensuales en la Bolsa de Comercio de Rosario. De esta forma, se obtiene un valor de referencia para la compra/venta del kilo de invernada disponible o spot y gracias a ese valor se puede negociar y ajustar operaciones a término. Los dos grandes actores para este contrato son los feedloteros y los frigoríficos exportadores.
También cuentan con el contrato de Futuros y Opciones sobre Novillo en Pie en pesos; el Forward ganadero Rosgan (permite a un frigorífico o feed lot comprar anticipadamente con entrega futura de la mercadería, acotando los riesgos del aprovisionamiento y dando previsibilidad) y el Precio Índice Rosgan.
Por: Gabriela Origlia
Fuente: La Nación