Luego del primer anuncio de la Aduana, Carbap estaba dispuesta a concretar una protesta; productores y dirigentes del sector advirtieron sobre los riesgos de cerrar mercados.
El anuncio y luego marcha atrás del Gobierno sobre la suspensión de las exportaciones de carne por 15 días provocaron un fuerte rechazo por parte de entidades del agro que incluyó una advertencia de paro ganadero si la medida se formalizaba.
“Dejamos muy claro que de tomarse esta medida vamos a llamar a nuestro Consejo Superior a una reunión para declarar un cese de comercialización”, alertó en diálogo con LA NACION Horacio Salaverri, el presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
Según explicó, esta medida de paro tendría como objetivo mostrar al Gobierno que está “tomando un camino equivocado”, ya que no beneficia ni a los productores, ni a la Argentina en su conjunto, ni a los consumidores.
Para Salaverri, la medida es “incomprensible” y refleja claramente la falta de planificación del Gobierno, que intenta, mediante medidas que ya han fracasado en el pasado, corregir los procesos inflacionarios.
Por su parte, Grupo Independencia, que agrupa a productores autoconvocados e incluso ligados a entidades del sector, también amenazó con una medida de fuerza: “Los productores agropecuarios y cámaras nucleadas en el Grupo Independencia hacemos un llamado a todos los productores del país para estar en alerta y movilización de cara a un cese de comercialización con controles de carga, de quedar efectiva la medida que el gobierno nacional intenta implementar unilateralmente sobre el cierre de exportaciones de carne. Dicha medida atenta contra la libertad comercial, las economías familiares de cada parte interviniente de la cadena; como también, contra el ingreso de divisas que tanto se necesita en un momento catastrófico como el que nuestro amado suelo hoy padece, gracias a la inoperancia y al desgobierno de la actual conducción”.
“Nuevamente la torpeza de una medida que afecta a nuestra actividad, cuesta mucho abrir un mercado para en forma inconsulta dejar de abastecerlo. Si nuestra actividad no tiene previsibilidad no podrá crecer, estas medidas son el claro ejemplo de 50 años de políticas equivocadas que han estancado la producción”, dijo Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación Argentina de Angus, que agrupa a los criadores de esta raza bovina apenas el Gobierno dio a conocer la noticia sobre la que luego retrocedió.
También se pronunció Gabriel de Raedemaeker, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA): “¿Qué puede esperarse de este Gobierno?”, se preguntó. Consideró que, “de confirmarse esta medida, el sector debería responder con un cese de comercialización de hacienda vacuna”.
El dirigente dijo que se trata de “un pésimo gobierno” y criticó que recurran nuevamente a recetas que “siempre han fracasado”.
“Esto de los aprietes, los cierres, las inspecciones exhaustivas son para lograr acuerdos ficticios de precio que después se dan pura y exclusivamente en un cinturón muy cercano al conurbano y en un par de supermercados, como para mostrar un acuerdo de precio que después no existe”, dijo y agregó: “Es la típica medida tomada por una banda de ineptos, inútiles, incompetentes que han llevado al país a esta situación”, agregó.
“¿Quién se va a sentar a dar precios justos [en un acuerdo] con este desorden? ¿Quién se puede sentar seriamente? Un disparate absoluto, mientras tanto la gente sin trabajo, todo mal. Era esperable que suceda esto, porque el desastre de ayer de ajustar el dólar terminó de romper lo último que faltaba. No sé en que termina esto, pero seguro no termina bien”, dijo el consultor Víctor Tonelli.
“No hay una explicación racional que justifique esto, salvo el desmanejo absoluto. Estamos todos desbordados y no es solo la carne, es todo, no hay negocio de nada, no hay proveedor que entregue mercadería, no hay industrial que pueda producir a un costo dado. Hoy estamos en un pozo que no se sabe la profundidad. En el MAG [Mercado Agroganadero de Cañuelas], a partir de mañana se para la oferta y los precios pueden ser cualquier cosa”, agregó.
En tanto, Juan Diego Etchevehere, director del Distrito Entre Ríos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), apuntó: “Esta medida perjudica fuertemente a los productores entrerrianos que aún continuamos bajo los efectos negativos de la sequía histórica. El gobierno nacional sigue desconectado de la realidad agropecuaria, tomando decisiones contra el campo”.
Con una confirmación que tuvieron exportadores cordobeses sobre el cierre de las ventas al exterior de carne vacuna, para Javier Rotondo, productor y titular de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), es la “crónica de una muerte anunciada”.
“Esto es de libro, cuando un Gobierno tiene una pérdida de control absoluto que ellos mismos generaron. Esto es claro: no se puede ni van a tener ningún resultado estas medidas que ya fracasaron. Quieren amedrentar, amenazar pero se están pegando un tiro en el pie porque el principal problema que tiene el país es la falta de dólares. Tras su derrota electoral quieren mostrarse afines a los sectores populares con un producto tan sensible como es la carne. Es una locura, un sinsentido pero es parte de lo que ya estamos acostumbrados en este país”, remarcó.
En tanto, la Asociación Maíz y Sorgo Argentinos (Maizar) dijo: “Este tipo de medidas erosionan fuertemente la confianza y conducen a que inmediatamente se retraigan la producción y las inversiones, situación que llevará indefectiblemente a mayores precios para los consumidores y menos trabajo”.
Para la entidad, que también se refirió a los rumores sobre suspensiones de exportaciones de lácteos, “el cierre de los mercados logra un efecto contrario al deseado, medidas similares en el pasado dieron como resultado una brutal caída de la producción, perjudicando a toda la cadena de valor. A su vez, denota la falta de un plan integral y la desidia con la que se toman medidas que paralizan el desarrollo del ecosistema maicero, que es el segundo mayor generador de divisas”.
Para Maizar, los cierres de exportaciones “frenan la innovación, generan problemas para el abastecimiento local y de los mercados de exportación. En consecuencia, los mercados compradores internacionales toman nota de los cambios abruptos y constantes de la oferta argentina y castigan con mermas de precios y abastecimiento en otros países competidores”.
FUENTE: LA NACION – CAMPO –
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