La Federación de Industrias Frigoríficas Regionales (Fifra) advirtió que el precio de la carne podría subir con fuerza para septiembre, debido a que se extinguió el plazo de la resolución que había reducido el peso mínimo de faena para hembras.
El vicepresidente de Fifra, Daniel Urcía, explicó en la editorial que encabeza el newsletter mensual de la entidad que esto ha provocado que vuelva a haber una gran brecha de precios entre machos y hembras, que inevitablemente va a terminar impactando en los mostradores y góndolas de carnicerías, almacenes y supermercados.
A esto hay que sumar que se espera un repunte de los precios de los novillos, debido a la mayor demanda de los frigoríficos exportadores.
Esto significará revertir la tendencia que se dio en el primer semestre, en que la carne subió menos que la inflación debido al exceso de oferta por la sequía, que llevó a un encierre récord de animales en los feedlots.
Tendencia
“La recuperación de competitividad para el sector exportador por el nuevo valor del tipo de cambio motoriza una mayor actividad. En los próximos meses, la categoría más buscada será la de novillos, cuya oferta ya es de por sí baja. Cuando el precio incentive a los productores a producirlos, habrá cambios en el ciclo ganadero que reducirá más su disponibilidad”, proyectó Urcía.
Por otro lado, añadió: “La vuelta a la vigencia del peso mínimo de faena igualitario para terneros machos y hembras, sumado a las consideraciones antes descriptas, está empezando a producir hay una importante diferenciación de precios entre el macho y la hembra de invernada de más de 10 por ciento”.
Según el directivo, “el macho es buscado para producir novillos y también por el consumo por su conversión de alimento en carne, mientras que la hembra, por demandar más tiempo para su terminación, se la penaliza con un precio inferior”.
“Esto va conformando un cóctel que seguramente al finalizar agosto o septiembre desembocará en aumentos considerables de precios en nuestro mercado doméstico y traerá consecuencias, porque seguramente afectará al consumo interno”, alertó Urcía.
Luces amarillas
Por otro lado, el vicepresidente de Fifra también cuestionó que los controladores electrónicos de faena no estén funcionando en la totalidad de los establecimientos que realizan esta actividad del país, lo que puede generar competencia desleal y forzar al cierre a aquellos que operan bajo las normativas establecidas.
Del mismo modo, la entidad criticó que “los avances con las provincias para establecer un estándar sanitario básico, por el momento están circunscriptos a deliberaciones en el Consejo Federal Agropecuario y a iniciativas muy puntuales sin mostrar una verdadera vocación de cambio”.
“Nos genera mucha preocupación lo que pueda suceder en el segundo semestre. En caso de que se produzca el aumento de precios y, teniendo en cuenta que la necesidad de recorte del gasto público podría derivar en menos recursos para la fiscalización, nos genera preocupación la posibilidad de que todo esto se traduzca en un aumento de la informalidad y la consecuente destrucción de empresas”, concluyó Urcía.