“A bordo de una locomotora con 40 vagones de carga, todos de producción china, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, recorrió los 490 kilómetros del ramal renovado del ferrocarril Belgrano Cargas que forma parte del megaproyecto argentino de rehabilitación ferroviaria en colaboración con varias empresas chinas”.
Así comienza un artículo, titulado “La aspiración común de China y América Latina y el Caribe a una comunidad de futuro compartido”, publicado hoy martes en el sitio oficial chino Xinhua.
“Macri destacó que la puesta en función del ramal contribuirá a mejorar el estratégico servicio de la línea, que conecta la producción del norte con los centros urbanos y los puertos de Buenos Aires y de Rosario, desde donde los productos argentinos viajan a otros lugares del mundo. La activa participación china en la renovación del sistema ferroviario argentino es un microcosmos de la asociación de cooperación integral entre China y América Latina y el Caribe”.
No es casual que un artículo con semejante título comience con una referencia a la Argentina, dado que, frente a la crisis económica presente en la nación sudamericana, el gobierno local está evaluando congelar obra pública realizada por corporaciones chinas, tales como la renovación del Belgrano Cargas y (el más importante de todos) la construcción de las represas santacruceñas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic (rebautizadas Cóndor Cliff y La Barrancosa por el actual gobierno nacional).
“El comercio del gigante asiático en la región ha generado gran número de empleos. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), China ha generado 1,8 millones de empleos en América Latina y el Caribe durante las últimas dos décadas, de los cuales un 65 por ciento se deben al comercio bilateral”, recuerda el artículo de la agencia Xinhua.
“Además, la vigorosa demanda de alimentos nutritivos y de alta calidad por parte de la cada vez mayor clase media china es una gran oportunidad para que la región exporte este tipo de productos”, añade.
El mensaje del gobierno chino –que suele emplear a la agencia Xinhua a modo de primer aviso– llega en un momento particular, porque, si bien aún no se restableció la importación de aceite de soja (algo que, a partir de una exigencia china, sólo ocurriría al reiniciarse las obras de las represas santacruceñas), por otra parte, se presenta la posibilidad, en el nuevo escenario de “guerra comercial” promovido por EE.UU., de que China –en un hecho inédito– deba comenzar a importar harina de soja (primer producto de exportación de la Argentina).
El gobierno argentino además está negociando protocolos para ampliar la oferta exportable de alimentos de alimentos con destino a China, entre los cuales se encuentran los arándanos y las cerezas.
En el primer trimestre de 2018 las exportaciones chilenas de cerezas frescas con destino a Chinasumaron 538 millones de dólares, una cifra equivalente al 75% del total de las exportaciones argentinas realizadas a China en ese mismo período. Vale recordar que Chile cuenta con un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China.