El 31 de diciembre de 2023 finalizó la vigencia del Decreto 911/2021 por el cual estaba suspendida la exportación de esos cortes bovinos. El SENASA habilitará el procedimiento para reabrir los mercados externos
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) habilitó a partir de hoy, el primer día del 2024, los procedimientos para permitir la exportación de todos los cortes de carne bovina, sean en fresco, enfriados o bien congelados tras perder vigencia las regulaciones que oportunamente estableció el gobierno de Alberto Fernández a través del Decreto 911/21, que prohibía los embarques de asado, vacío, falda, matambre, tapa de asado, nalga y paleta, denominados “cortes populares”, entre otros.
También dejará de tener efecto la diferenciación para la exportación de vacas de las categorías D y E y de toros, más conocidos como “Vaca China”, animales que nunca se consumieron en el mercado doméstico y que forman parte del gusto gastronómico del consumidor asiático. Además, se podrán mandar al exterior reses enteras, medias reses, cuarto delantero con hueso, cuarto trasero con hueso, medias reses incompletas con hueso y cuartos delanteros incompletos con hueso.
El Decreto 911 entró en vigencia a partir de enero de 2022 y regía hasta el 31 de diciembre de 2023. Por ello, con la caducidad de la norma, el SENASA dispuso la actualización de los procedimientos para permitir la exportación de todo tipo de cortes cárnicos vacunos. También las autoridades fitosanitarias procedieron a adecuar a las nuevas condiciones los servicios de inspección veterinaria y los sistemas informáticos, particularmente el de certificación de exportaciones, que entró en vigencia desde hoy.
Historia y pérdidas
El aumento en el precio de la carne siempre fue un problema para los sucesivos gobiernos peronistas y kirchneristas a lo largo de la historia y la Presidencia de Alberto Fernández no fue la excepción y recurrió a una habitual herramienta: restringir o prohibir las exportaciones de diferentes cortes para contener o hacer retroceder los valores al público para cuidar la “mesa de los argentinos”.
Así, tras una importante suba en los precios, la Administración de Fernández cerró la exportación de carne vacuna en mayo de 2021 y luego procedió a poner en marcha un sistema de cuotificación y prohibición para exportar determinados cortes hasta el final de su mandato, medida que fue totalmente criticada y rechazada por el sector.
Asimismo, se debe recordar que fue el propio Matías Kulfas, por entonces ministro de Desarrollo Productivo, que informó que solo se permitía exportar solo un volumen de hasta el 50 por ciento del promedio de exportaciones de 2020.
Argentina es uno de los mayores consumidores mundiales de carne vacuna por habitante, con 45 kilos anuales, y, a su vez, es el quinto productor y el cuarto exportador mundial del producto (EFE)
Estas limitaciones no alcanzaba a las cuotas arancelarias, es decir la Hilton, la 481 o el envío a Estados Unidos, ni tampoco frenaba los envíos bajo el protocolo kosher enviado a Israel. Así durante meses se logró promover ventas que rondaban unos 150 millones de dólares mensuales, sin embargo, un mercado externo por otros 100 millones se vieron afectados.
Antes de toda restricción, la exportación de carne vacuna durante el 2020 fue de un millón de toneladas, cifra que exhibió allí un crecimiento interanual del 10%. Esto representaba un negocio de unos USD 3.126 millones y el 8% de las ventas al exterior que realizaba el sector agroindustrial. Allí Argentina producía unos 3,2 millones de toneladas de carne bovina, y casi un número similar de carne de pollo y cerdo.
Con las exportaciones restringidas, el economista jefe de FADA, David Miazzo, consignó a Infobae que la pérdida para el sector cárnico exportador fue de 100 millones de dólares mensuales por la imposición oficial de frenar los envíos. Ya que a partir de junio de 2021, un 42% del comercio exterior de carne argentina estaba cerrado.
El 2023
Mario Ravettino, presidente del Consorcio ABC, consignó que la exportación de carne vacuna durante el 2023 concluyó con “un año bueno en volumen, con ventas al exterior de unas 920 mil toneladas de res con hueso, que es un número importante. El volumen obtenido es levemente mayor en un 5% que el registrado en el 2022″.
Asimismo, el referente del segmento de los frigoríficos exportadores que concluye “un año muy magro en el ingreso de divisas, ya que los valores que ofrece el mercado internacional, está bajo: así se terminan de concretar en el 2023 ventas al exterior por 2.730 millones de dólares”.
Ravettino aseguró que desde el sector “mantienen expectativas (de mejorar) el volumen en el 2024″ a partir de haber sido notificados días atrás desde el ámbito oficial de “la culminación del decreto de prohibición de exportar los siete cortes, y también de las declaraciones juradas de exportación y el Observatorio de precios, y de todas las trabas que tenía el sector”.
Fuente: infobae – campo
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