“Quién conoció la computadora no regresa a la máquina de escribir. Lo mismo sucede con los cuatriciclos: quienes los usan no vuelve al caballo”. Así lo indica Juan Ignacio Ezcurra, integrante del CREA Tapalqué II, quien tiempo atrás implementó esos vehículos en su establecimiento ganadero de la localidad bonaerense de Azul para sumar varios puntos en eficiencia.
El primer requisito para cambiar caballos por cuatriciclos es el cambio cultural. La tradición –bien entendida– no es hacer lo mismo que hacían nuestros antepasados, sino hacer lo que ellos habrían hecho si estuviesen aquí. “Muchos dicen mi padre y mi abuelo esto lo hacían a caballo y yo también, pero ser innovadores también es parte de la tradición de nuestras empresas”, apunta Juan Ignacio en un artículo publicado en la última edición de la Revista CREA.
“En una oportunidad llevamos a nuestros a nuestros hijos a caballo y, al regresar para desensillar, llegaron los cuatriciclos con los empleados que trabajan en el campo. En el tiempo que nosotros comenzamos a sacar la montura, guardarla, llevar los caballos a su potrero y demás, los que venían desde la otra punta del campo dejaron los cuatriciclos en el galpón para empezar a jugar al fútbol con sus hijos. El cuatriciclo ahorra tiempo y mejora la calidad del trabajo y, en definitiva, la vida de los empleados”, añade.
Sin embargo, como toda tecnología, si se la implementa mal genera más destrucción de valor que si no se la hubiese incorporado. Por tal motivo, es necesario tener en cuenta una serie de criterios básicos al momento de bajarse del caballo para pasar a invertir en cuatriciclos.
1. Costo. Los costos de mantener una tropa de caballos, sumando el lucro cesante de la tierra dedicada a los mismos, por lo general son mucho más elevados que los de contar con un parque de cuatriciclos. Es conveniente realizar el cálculo comparativo en cada caso particular. El costo de un cuatriciclo incluye un servicio de mantenimiento cada 60 a 90 días. Y luego del segundo año de uso, se requiere una revisión anual completa del equipo que suele requerir algún arreglo.
2. Repuestos. Cualquier mecánico que trabaje con motos, puede hacerlo también con cuatriciclos. Pero es necesario contar con repuestos en tiempo y forma si alguno de los mismos se daña. Por eso es indispensable verificar cómo cada empresa proveedora de estos vehículos gestiona el servicio de provisión de repuestos, dado que algunas pueden llegar a tardar cuatro meses en reponer un repuesto porque no trabajan con un stock propio de piezas. Evaluar la posibilidad de comprar tecnología más básica que pueda arreglarse con mayor prontitud en caso de algún desperfecto versus equipos más avanzados que deban permanecer parados cuando experimentan la rotura de una pieza. Esto es muy importante porque el modelo de negocio de algunas empresas está enfocado en la provisión de artículos de uso recreativo y no de herramientas de trabajo. Se trata de un aspecto clave antes de realizar una inversión en cuatriciclos.
3. Vida útil. También es conveniente evaluar la compra de diferentes calidades de cuatriciclos en función de la vida útil potencial de cada equipo y la posibilidad de contar con unidades alternativas en caso de que las de uso principal queden fuera de servicio por experimentar algún desperfecto.
4. Modalidad de uso. Los cuatriciclos de uso agropecuario pueden categorizarse en tres ítems. El primero es el de los “recorredores”, que, tal como indica su nombre, sólo permiten realizar recorridas, dado que no están diseñados para llevar mucho peso. Una ventaja de los equipos livianos es que pueden ser impulsados por el propio conductor cuando se quedan encajados en zonas embarradas. En una segunda instancia se encuentran los equipos de “tiro liviano” que permiten transportar cargas de cierto peso en caso de ser necesario, pero que no pueden ser empujados por el conductor si el equipo queda encajado (se requiere auxilio externo, con la pérdida de tiempo que eso implica). Lo mismo se aplica a los cuatriciclos más pesados (“tractorcitos”), que posibilitan llevar un mayor volumen de carga. Vale además tener en cuenta que los cuatriciclos livianos suelen entrar en las camionetas con cabina simple, lo que facilita su transporte al pueblo en caso de requerir una reparación. La elección de equipos solamente “recorredores” o que cuenten también con capacidad de carga depende de las necesidades de cada empresa y características de cada establecimiento agropecuario.
5. Combustible. En la gestión del combustible es vital que los bidones de nafta y gasoil estén debidamente identificados para evitar confusiones que terminen generando potenciales daños a los equipos. Los combustibles deben ser almacenados además en lugares seguros que cuenten con las condiciones apropiadas. Es aconsejable que los cuatriciclos salgan con el tanque lleno al momento de comenzar la recorrida.
6. Manejo. El uso responsable de los cuatriciclos debe ser inculcado, dado que el riesgo de accidentes no es despreciable si esa premisa no se cumple. Entender que se trata de una herramienta de trabajo y que, por lo tanto, debe ser tratada como tal. La velocidad empleada tiene que ser prudente en todos los casos, lo que garantiza la seguridad de las personas y la durabilidad de los equipos.
7. Cuidados. Es técnicamente viable conducir cuatriciclos en situaciones de excesos hídricos si el agua no toma contacto con el motor. Pero eso genera un desgaste importante en los equipos. Por ese motivo, es recomendable no atravesar cursos de agua, sino bordearlos para evitar inconvenientes innecesarios. Otra cuestión importante es limpiar los cuatriciclos cuando toman contacto con barro para evitar que el mismo, una vez seco, reste vida útil a los componentes del equipo. Es aconsejable además que las intervenciones mecánicas efectuadas en los equipos solamente sean realizadas en el taller mecánico para reducir la probabilidad de ocurrencia de paradas técnicas evitables por causa de desperfectos ocasionados por “metidas de mano” no profesionales.
8. Aprovechamiento. Las mayores eficiencias logradas con el uso de cuatriciclos deberían complementarse con capacitaciones orientadas a incrementar la recolección de datos necesarios para generar información útil proveniente de las recorridas. El avance tecnológico es una necesidad si está enfocado de manera integral en el marco de un proceso de mejora continua.