El INTA relevó 195 campos afectados por tres años de escasez de lluvias, la crecida del Paraná y las últimas precipitaciones récord. Cómo está la situación forrajera, cuál fue la mortandad y cuánta hacienda se vendió en forma anticipada en los departamentos más impactados. Recomendaciones para paliar la crisis.
El INTA realizó una encuesta en los departamentos San Cristóbal, 9 de Julio, Vera, General Obligado y San Javier, Santa Fe, para conocer el estado de los sistemas productivos, que vienen enfrentando tres años de lluvias por debajo de lo normal, la repentina creciente del Río Paraná -que afecta al sector de islas y ha obligado a mover la hacienda- y precipitaciones récord entre diciembre y los primeros días de enero.
“El efecto del exceso de lluvias se dio básicamente sobre la zona del Domo Este del norte santafesino, que debió sostener además una elevada concentración de hacienda por la reciente evacuación de las islas”, sostiene el informe.
Esto hace que falten sitios secos donde la hacienda pueda descansar y piso para el pastoreo -sobre todo en campos chicos-, lo que genera “un aumento de la aparición de cuadros clínicos y mortandad en la hacienda”.
La encuesta
El relevamiento del INTA se realizó el 12 de enero entre 195 productores distribuidos en los cinco departamentos más ganaderos de la provincia. Se trató de una encuesta anónima, en formulario de Google, distribuido a través de las agencias de extensión y profesionales de la actividad privada.
“Se trata de una muestra aleatoria no estadística, por lo cual los datos, si bien no son extrapolables, son descriptivos de la situación de quienes respondieron”, detalla el organismo.
Las preguntas realizadas fueron:
– Departamento y distrito donde se encuentra ubicado el campo.
– Situación en que se encuentra la ganadería en su campo hoy (con opciones).
– Cuál o cuáles situaciones o inconvenientes se están enfrentando (lista de opciones, con posibilidad de ampliar libremente).
– En caso de que hayan marcado situaciones de índices de mortalidad superiores a lo normal, indicar qué categorías.
Las conclusiones
En 9 de Julio y en el este de San Cristóbal, los problemas siguen asociados a efectos de la prolongada sequía o bien se van “acomodando” por las precipitaciones caídas. Muy pocos declaran problemas por exceso de precipitaciones.
La situación cambia para el resto de las zonas, donde el exceso comienza a aparecer como una limitante, sumada a la crecida del río Paraná en San Javier y norte de Obligado y al mal estado de caminos en Vera.
En 9 de Julio persisten los efectos de la sequía prolongada dado que no se han reestablecido las lluvias en gran medida, y los milímetros caídos han sido favorables, permitiendo ordenar la ganadería y resolver la provisión de agua y forrajes.
En Vera persisten aun parte de los efectos de la sequía dado que no se han reestablecido las lluvias en gran medida, pero comienzan a verse efectos del exceso de precipitaciones en algunas zonas.
En General Obligado se conjugan los efectos de la sequía prolongada que aún persisten, con la elevada concentración de hacienda por la reciente evacuación de las islas y el exceso de precipitaciones que asciende en algunas zonas a 955 mm acumulados en los últimos 40 días.
Esto hace que falten sitios secos y piso para el pastoreo, sobre todo en campos chicos, con aparición de complicaciones sanitarias y mortandad.
En el departamento San Javier se conjugan los efectos de la sequía prolongada que aún persisten, con la elevada concentración de hacienda por la reciente evacuación de las islas que, al ser bajas, aun no permiten el restablecimiento de la actividad.
Así, se ve aun gran cantidad de animales pastoreando en banquinas, faltan sitios secos donde la hacienda pueda descansar y piso para el pastoreo, con aumento de complicaciones sanitarias y mortandad.
En San Cristóbal, en general, las lluvias permitieron restablecer el aprovisionamiento de agua de bebida y crecimiento del forraje. Sin embargo, aparecen diferencias entre la zona Oeste y Este en lo referido a la falta de piso para el pastoreo en la primera.
Qué hacer
Ante este panorama, desde el INTA recomendaron hacer un ordenamiento del rodeo y priorizar vacas, vaquillonas de reposición y toros, dándoles un tratamiento especial en medio de la crisis.
El resto de las categorías, si no hay posibilidad de mantenerlas en algún campo, se tienen que vender para favorecer la alimentación de los animales de reposición.
Además, ante la posibilidad de aparición de problemas sanitarios, debido al hacinamiento, al estrés por traslados, al amontonamiento, indicaron “hacer más repasos de control para tomar medidas a tiempo y evitar las consecuencias negativas de las enfermedades”.
En los sistemas con engorde, inventariar potreros para actualizar cantidad y calidad de la oferta forrajera y planificación de los pastoreos para no arruinar pasturas ante la falta de piso.
Donde se pueda, incorporar destete anticipado y restricción alimenticia o alimentación diferencial del ternero al pie de la madre.
En cuanto a la próxima programación forrajera, evaluar el armado de una cadena que incluya recursos que toleren tanto excesos hídricos como sequías; y otros que aprovechen las “ventanas” climáticas favorables, como, por ejemplo, verdeos.
Finalmente, para los que hacen Pastoreo Racional Voisin, sugirieron achicar los piquetes o parcelas; incorporar suplementación estratégica cada 5 o 6 días para evitar pantanos; aplicar vacunas preventivas de carbunclo, mancha-gangrena y septicemia; observar las pezuñas ya que puede haber reblandecimiento (la ceniza vegetal es lo mejor para endurecer y desinfectar las pezuñas); mover lo menos posible el rodeo; y planificar pastoreos en el bajo durante el día y que duerman en un lugar alto y seco, en dormideros, por la noche.
El informe completo, con información agrícola y las previsiones climáticas, puede ser consultado en este link: Situación generada por las intensas lluvias ocurridas en el norte de Santa Fe
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