La caída de terneros anticipa una magnitud menor; las lluvias y las pasturas, un aspecto a tener en cuenta
Los datos de vacunación contra aftosa de 2023 traen un alivio a la ganadería para 2024. En este sentido, se espera un cambio de escenario, que sería más favorable para la invernada.
El mercado de Rosgan destacó que no se corrobora la magnitud esperada en la caída de terneros logrados, como consecuencia de la seca del año pasado. “Si bien las cifras parecieran ser mucho más moderadas, no evitarían una zafra de terneros y terneras inferior a la registrada en el último ciclo, cuando se superaron los 15,1 millones de cabezas”, aclara el informe de Rosgan.
A pesar de este escenario, las diferencias se evidencian en la situación climática en relación con el registro hasta la fecha el año pasado. En este punto, se suma un fuerte cambio de expectativas respecto del negocio ganadero, que impondrá un cambio sustancial en los movimientos de hacienda que condicionarán de manera directa la dinámica comercial de la presente campaña. “El año pasado, a esta altura, la zafra de terneros ya comenzaba a mostrar signos de adelantamiento”, señaló el informe.
Este año, el productor se encontró con mayor forraje y vacas en mejor condición corporal. Se anticipa, que la estrategia de muchos productores pasará por retener la mayor cantidad de hacienda tratando de sacar una invernada más pesada.
“Durante el primer mes del año salieron de los campos de cría un total de 512.538 terneros y terneras, lo que representa un 14% inferior al registrado en enero pasado cuando, producto de la seca, un total de 596.000 terneros debieron salir de los campos, el mayor movimiento registrado para ese mes desde 2017, año desde el que dispone este tipo de registros”, informó el Senasa.
Los datos de enero reflejan una importante recomposición de los sistemas pastoriles en relación con el corral, al pasar de una relación que en enero del año pasado representaba menos el 73 % al 77,6 % este año, unos 5 puntos de incremento en la proporción de animales trasladados a campos de invernada contra los trasladados a corrales, destacó Rosgan.
Esta mayor intensificación permitirá aumentar la producción de animales más pesados, pero traerá ciertos desajustes transitorios en el flujo de oferta ganadera. “En este sentido, si esta camada de terneros que -aun pudiendo ser mayor a la esperada- será escasa, es a su vez retenida por un período más prolongado en los campos de cría, muy probablemente conduzca a un inicio de zafra más lento y a cierto recalentamiento de los valores a medida que tanto invernadores como feedlots empiecen a presionar sobre la reposición en las próximas semanas”, expresó Rosgan.
Basándose en este panorama, la invernada encontrará en lo inmediato un mercado mucho más tomador para convalidar potenciales subas. En lo que respecta al gordo, al chocar contra un consumo local más debilitado, podría demandar más tiempo para asimilar estos incrementos.
Fuente: news.agrofy.com.ar
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