La alfalfa es uno de los componentes fundamentales en la alimentación animal, por ejemplo de de vacas y caballos, por su gran valor nutritivo y por su digestibilidad. Ahora se suma un motivo más para valorarlo en la dieta de ganado vacuno. ¿Por qué? FoodCo te lo cuenta en esta nota.
La alfalfa debería estar incluida en la dieta del ganado vacuno porque numerosos estudios demostraron que este forraje utilizado solo o combinado provoca cambios en la composición físico –química tanto a nivel “macro” como “micro” de la leche. Es decir:
– A nivel macro: concentración de grasa, proteína, SNG, relación grasa/proteína, pH.
– A nivel micro por los cambios en el perfil nitrogenado y en el de ácidos grasos, en la concentración de ciertas vitaminas, urea, calcio, fósforo, plasmina, entre otros.
Su influencia en la alimentación provoca cambios en parámetros tecnológicos, como la aptitud a la coagulación, capacidad antioxidante, estabilidad al alcohol y térmica, también en el sabor y color, así como funcionales de la leche, por ejemplo antioxidante, anti-aterogénica, inhibidor del desarrollo ciertos tipos de células, entre otros.
Además, en términos de garantía de calidad, es importante destacar que las propiedades transferidas pueden ser identificadas, es decir que la secuencia es químicamente trazable, por lo que se puede identificar ciertos compuestos pertenecientes a determinada especie forrajera.
Beneficios en los productos lácteos, a partir de incluir alfalfa en la dieta del animal
– Incremento del poder antioxidante en la leche.
– Cuando se incluyó alfalfa, los quesos manifestaron diferencias significativas en el color, la sensación al paladar, en el aspecto de la masa y flavor original.
– Modificó en un sentido positivo el perfil de ácidos grasos y de vitaminas de la leche.
Fuente: Todoalfalfa