La implementación del remito electrónico divide las opiniones en la cadena de valor bovina. El pasado 30 de mayo, la AFIP implementó mediante la Resolución General 4256 el uso obligatorio del “Remito Electrónico Cárnico” (REC), que entrará en vigencia el 1° de septiembre. La normativa establece a este remito “como único documento válido para el traslado automotor dentro del territorio de la República Argentina de carnes y subproductos derivados de la faena de hacienda de las especies bovinas/bubalinas y porcinas”.
Consultado por delsector.com, el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados (CICCRA), se manifestó en contra de su implementación, al entender que no puede aplicarse en los tiempos establecidos en la resolución. “. Es imposible la aplicación de un REC, cuando el 80% de las carnicerías del gran Buenos Aires no están registradas, no son contribuyentes y muchas de ellas ni siquiera cuentan con habilitación municipal”, advirtió.
En este sentido, agregó que “es imposible facturar a quien no está en ningún lado y cuando ni provincia ni municipio hacen nada por registrarlo”. Para el directivo, las carnicerías que operan por fuera del sistema impositivo constituyen el principal obstáculo en la implementación de este remito. “ARBA pretende que aquel que no está inscripto sea pasible de una retención del 8% de la factura. Esto es impracticable, con una industria que tiene un margen bruto del 3%”, estimó.
En la vereda opuesta, el titular del Consorcio de Exportadores de Carnes (ABC) Mario Ravettino se mostró a favor de esta medida. En declaraciones periodísticas, sostuvo que el REC debe aplicarse en los tiempos establecidos, y que permitirá recaudar fondos en el marco de un sector de la cadena que presenta altos índices de evasión.