En el mercado internacional, una tonelada de harina de pescado puede costar en promedio cerca de US$1.879, es decir más de $7 millones
Cualquier suplemento nutricional que se le suministra al ganado para proporcionarle mejores índices productivos de carne y leche debe evaluarse desde el punto de vista de la relación costo-beneficio. Si el valor que se paga por el producto se compensa con ventajas significativas, la decisión es acertada, indica Ricardo Arenas, responsable de cadenas, asistencia técnica y extensión de Fedegan.
En el mercado internacional, una tonelada de harina de pescado puede costar en promedio cerca de US$1.879, es decir más de $7 millones, de acuerdo con registros del sitio web Index Mundi, que cita como fuente al Banco Mundial.
Tal como lo señala la Organización de Ingredientes Marinos, Iffo, por sus siglas en inglés, la harina de pescado es uno de los mejores ingredientes disponibles como fuente de proteína, ya que es altamente digerible, con valores que superan hasta 90%.
“Los peces y los animales tienen requisitos para aminoácidos específicos y construyen proteínas con combinaciones de aproximadamente 22 aminoácidos. Sin embargo, los animales no pueden producir los 22 aminoácidos en su cuerpo y estos aminoácidos se clasifican como ‘esenciales’. Además, la harina de pescado generalmente contiene entre 8% y 12% de aceite de pescado y, por lo tanto, también es una fuente rica de omega-3 de cadena larga que cualquier otro ingrediente alimenticio, salvo el aceite de pescado en sí. Esos omega-3 de cadena larga, especialmente EPA y DHA, son esenciales para la salud general, el crecimiento y la función del sistema inmunológico”, señala la Iffo.
Ricardo Arenas, de Fedegán, el uso de este producto en la alimentación bovina permite ofrecerles a los animales una dieta balanceada que necesita para su producción de leche o carne, en especial en las épocas en que más lo necesiten, como cuando las temperaturas son muy altas.
“Hay que calcular el valor de la proteína en relación al subproducto que se le suministra al ganado y frente a la dieta tradicional”, sugiere Arenas.
Ana Carrizosa, especialista en Salud Animal de la FAO Colombia, valoró las ventajas de la harina de pescado en la alimentación bovina, pero sugirió que, dado el alto costo que el producto puede tener en nuestro mercado, se utilice para producciones ganaderas muy tecnificadas que permitan compensar dicho valor. En todo caso, Carrizosa indicó que el uso de este suplemento para animales destinados a la producción de leche no es tan recomendable, dado que el sabor del pescado se puede transferir al líquido. Esta es la razón por la cual se recurre a él sobre todo en las industrias avícola y porcina.
¿Cómo se produce este suplemento nutricional?
Según la descripción que se lee en el sitio web Agromat, especializado en el suministro de materias primas de este tipo, la harina de pescado es un producto de alta digestibilidad que proviene de materias primas frescas. “Las principales etapas del proceso son la cocción, prensado, centrifugado y secado o deshidratación.
En la cocción se produce la coagulación de la proteína, liberando de este modo el agua y el aceite que contiene. Luego se separa el producto coagulado por prensado. La torta de prensa es deshidratada en secadores de vapor indirecto. El material seco es molido y almacenado en bolsas o a granel”, explican.
“En la ganadería colombiana no se utiliza mucho la harina de pescado porque se transfiere el aroma de pescado a la leche”, expresó Ana Carrizosa, especialista en salud Animal de la FAO.
Fuente: www.agronegocios.co
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