En su ponencia en las Jornadas Españolas del Cultivo de la Alfalfa, Marc Piera, Socio fundador de CVTona Consultors SLP, destacó las bondades de la “reina de las forrajeras” al hablar sobre el “Interés y oportunidades del uso de alfalfa deshidratada en la alimentación del vacuno de leche”.
El amplio abanico de ponentes tuvo a Marc Piera, Socio fundador de CVTona Consultors SLP, disertando en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid sobre el “interés y las oportunidades del uso de alfalfa deshidratada en la alimentación del vacuno de leche”.
En diálogo con TodoAlfalfa destacó: “La alfalfa es un buen ingrediente que, introducida en una ración bien balanceada, hace buena producción de leche”, a su vez destacó que es mejor brindársela al animal libre, que lo coma cuando quiera.
“Actualmente en la alimentación del vacuno de leche en producción intensiva trabajamos con raciones total mezcladas, mezclamos todos los ingredientes: forraje, concentrados, subproductos, parte de mineral, lo mezclamos todo y se lo ofrecemos a las vacas a libre disposición”, explicó y agregó: “que tengan comida todo el día”.
Además, puntualizó que “lo que nos interesa es que consuman más, incentivamos el consumo arrimando, dando más comida, poniendo equipos de ventilación, mejorando el estrés térmico”, para generar bienestar en las vacas y de esa manera consumen más alfalfa.
La conservación del alimento en épocas de altas temperaturas
El experto manifestó que “sobre todo en el verano y en la época de estrés térmico la alfalfa tiene un componente muy importante que es el potasio”. Por lo tanto, sobre todo a nivel de balance mineral tenemos que suplementar las recomendaciones que suplementemos para compensar las pérdidas”.
Es allí que surge un punto importante sobre la conservación. “Al ser un forraje seco, si la tenemos bien almacenada y en un lugar abrigado del sol y de la lluvia y bien pavimentado, no hay problemas de conservación”, explicó.
Sin embargo, es importante saber que “una vez mezclada con el resto de ingredientes, en verano es un poco más crítico, porque si hay mucha humedad en el total de la ración, ahí sí se pueden dar fermentaciones indeseables”.
Por lo que sugiere analizar las formar y momentos de alimentar y “partir la comida” para que en lugar de alimentar a los animales una sola vez, sean dos o tres veces al día, “con lo cual se mantiene exactamente igual de fresca”.
Para concluir, destacó que en sí “la alfalfa no pierde la calidad. Lo que pierde la calidad es la mezcla” y lo relacionó con un alimento en nuestra cocina: “un buen producto también hay que manejarlo bien. Si se cocina mal, el resultado es malo, aunque el producto sea bueno. Entonces digamos que es un tema más de cocina y de manejo de alimentación en la explotación”.
Entrevista: Sofía Revenga – Asociación de la Prensa de Valladolid.
Fuente: www.todoalfalfa.com.ar
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