Ampliando en lo que fue la Jornada de Políticas para el Trigo en la Sociedad Rural de Lobería, luego del panorama sobre el mercado mundial y las dificultades que el negocio afronta localmente, quedaron expuestas las inequidades dentro de la cadena y la poca información comercial que conocen los productores sobre su propio producto.
El encuentro fue organizado por el grupo de 16 Sociedades Rurales del Sudeste Bonaerense, adheridas a CARBAP y tuvo la participación del consultor Leandro Pierbattisti y del corredor y analista del mercado, Javier Buján.
«El trigo no es un commoditie», arrancó Buján, e interrogó varias veces a los asistentes respecto a si saben a ciencia cierta por qué le pagan determinado precio por la mercadería entregada: análisis y clasificaciones que no se hacen o no se difunden. En la misma sintonía, el poco uso de seguros de precio o coberturas, como también de herramientas que la tecnología comercial hoy ofrece, pero que operan actualmente con poco volúmen y que están al alcance de cualquier escala.
Los especialistas advirtieron sobre un mundo cada vez más abastecido del grano y con alta competencia, pero además con compradores muy exigentes, que podrán reemplazar el trigo argentino por el de otro orígen si no se advierten las desventajas de no contar con mercaderías diferenciadas y pactar con destinos para cada variedad o calidad producida.
Como ya informamos, las entidades organizadoras con la Mesa de Carbap confeccionaron un documento con las principales iniciativas surgidas del debate, como establecer “mapas de calidad”, mejorar el Sio-Granos, promover al menos tres nomencladores de calidad en precios FOB/FAS y establecer programas con beneficios impositivos en buenas prácticas agrícolas y aumentos de la productividad.
La próxima semana, las propuestas serán analizadas por la Comisión de Granos de Carbap para luego evaluar las acciones gremiales a llevar adelante ante los organismos que corresponda, en línea con motorizar políticas comerciales públicas y privadas, desde la base.
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