Por un aumento del 6,7% en el Impuesto a los Combustibles (IC) que arrancará en junio, desde este viernes los precios de las naftas y el gasoil se incrementarán en alrededor de 1,3%, cerca de 40 centavos por litro.
El Gobierno había firmado a principios de mes un acuerdo con YPF, Shell y Axion que congelaba por 60 días (hasta julio) el precio de los combustibles en los surtidores. El objetivo era evitar un salto inflacionario mayor tras la fuerte devaluación y el incremento del petróleo a nivel internacional.
La reforma tributaria aprobada el año pasado incluían modificaciones en el Impuesto a la Transferencia de Combustibles a partir del 1 de junio. El gravamen pasaba a ser una suma fija, en lugar de un porcentaje (lo que limita el impacto cuando aumentan los precios) y a actualizarse trimestral por la inflación, que en el último trimestre fue de 6,7%. Ahora, se espera que la AFIP termine de reglamentar esos cambios.
En las petroleras esperaban que -por el acuerdo de congelamiento de precios- el Gobierno frenara la suba de junio. Sin embargo, el Ministerio de Hacienda decidió seguir adelante. Por eso el litro de nafta súper pasaría a valer desde este viernes más de 28 pesos en la ciudad porteña.
Fuentes oficiales aseguraron a Clarín que el congelamiento de precios en los surtidores acordado hace unas semanas “no incluía cambios impositivos”, por lo que esta suba quedaría al margen del convenio.
De hecho, desde una petrolera dijeron a EconoJournal que “la variable impositiva no estaba incluida en el acuerdo para congelar los precios, que sólo contempla la evolución del (petróleo) Brent, el biodiésel y el tipo de cambio”.
Por otra parte, en medio de un mayor ajuste fiscal, fuentes oficiales dijeron que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, no quiso esperar a que terminara el acuerdo y decidió aplicar ahora la suba, algo que sorprendió a las petroleras.
En efecto, el objetivo de mejorar las arcas fiscales pesó en la decisión: por la suba del impuesto, el Tesoro recaudará en junio más de 600 millones adicionales, que se sumarán a los 10.000 millones de pesos que ya aporta el tributo.