La anemia es uno de los principales desafíos que enfrentan los ganaderos en la cría de ganado bovino. El médico veterinario Alberto González Camacho comparte sus conocimientos y recomendaciones para abordar esta problemática.
Esta condición, caracterizada por niveles bajos del oxígeno en la sangre, puede tener un impacto significativo en la productividad y la salud de los animales. Estos niveles bajos se deben a un decrecimiento en la concentración de hemoglobina, la proteína que transporta oxígeno a todo el cuerpo y/o la disminución de la cantidad de glóbulos rojos en la sangre (hematocrito).
Según González Camacho, «la prevalencia de la anemia en el ganado es alta. Uno de los factores más importantes es por los hemoparásitos, que se observan sobre todo en zonas tropicales como el Eje Cafetero y el norte del Valle, donde estamos ubicados».
«Esto hace que la productividad se vea notablemente afectada, tanto en ganadería de leche como en cría, porque baja la condición de los animales. Cuando no hay un adecuado transporte de oxígeno por la baja de glóbulos rojos, los daños son mayores, incluso pudiendo desencadenar la muerte de los animales, entonces esas pérdidas económicas son altas», añadió.
¿Cómo combatir la anemia en ganado bovino?
El diagnóstico temprano es crucial para combatir la anemia. Si bien es difícil diagnosticarla en campo, solamente de forma empírica, las pruebas para detectarla se han vuelto más rápidas y asequibles a los productores.
«Hoy en día es relativamente fácil llevar una muestra de sangre a los laboratorios en las ciudades intermedias, donde las clínicas veterinarias tienen hemogramas para obtener resultados en menos de 12 horas. Esto permite iniciar un tratamiento presuntivo con el fin de no dejar pasar tanto tiempo sin un tratamiento mientras se esperan los resultados definitivos», anotó.
El experto recomienda que los ganaderos y mayordomos estén atentos a cualquier cambio en el comportamiento de los animales, como letargia, disminución del consumo de alimentos y agua. También se deben analizar las variables fisiológicas como la temperatura corporal del animal.
En estos casos, lo ideal es tomar una muestra de sangre y realizar un hemograma y una prueba de hemoparásitos ante cualquier sospecha para detectar anaplasmosis, babesiosis o tripanosomiasis, entre otras.
«Ahora, cuando se hace un hemograma, usted puede descartar si se trata de una anemia o puede ser un tema infeccioso, que puede ser indicativo de una leucocitosis y así adelantar un tratamiento», precisó el médico veterinario.
Además de los exámenes periódicos, el veterinario recomienda evaluar las condiciones nutricionales del ganado, especialmente en épocas de sequía, cuando la calidad y cantidad de los pastos disminuye. Igualmente debe verificar a todo el lote de animales, pues puede haber algunos que estén enfermos pero no sean sintomáticos.
Siempre solicite orientación de un profesional
González Camacho también enfatizó la importancia del acompañamiento profesional, destacando que los veterinarios están capacitados para interpretar los rangos y números de los análisis de sangre, y así determinar el tratamiento adecuado.
«Los profesionales estamos capacitados para interpretar estos números porque se manejan en rango. Si usted va a mirar la hemoglobina o los eritrocitos, usted debe mirar si van hacia abajo o hacia arriba, y determinar cómo manejar la situación», detalló.
La anemia en el ganado bovino requiere una atención constante, diagnósticos oportunos y un manejo profesional para garantizar la salud y productividad de los animales. Siguiendo las recomendaciones de expertos, usted puede enfrentar esta condición de manera efectiva.
Fuente: CONtexto Ganadero
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